Entre Valdivia y Castro, Socovesa alcanzó uno de sus grandes logros. Y es que sus viviendas certificadas suman ya más de 6 mil unidades en la zona mencionada, ofreciendo a sus usuarios los máximos estándares de calidad en construcción, esto certificado por IDIEM de la Universidad de Chile y CIVA, de la Universidad Austral de Chile.
El logró se destacó en el Hotel Sonesta de Osorno, donde se realizó una Jornada de Calidad y Responsabilidad en la Construcción 2010, la cual reunió a 45 representantes de diversas unidades de la Regional.
En la ocasión, el Gerente Técnico de Socovesa Regional Valdivia, Carlos Rosende, recibió por parte de IDIEM, representado por don Carlos Bustos, y de CIVA, representado por Eduardo Larrucea, dos placas que distinguen a la empresa por su logro de 6 mil quinientas veintidós viviendas, entre Valdivia y Castro, con certificación de calidad.
Cabe destacar que dicho proceso de certificación inició en 2003, logrando certificar las primeras viviendas en 2004.
De esta forma, IDIEM y CIVA, en su calidad de organismos externos a la empresa, certifican que cada proceso involucrado en la construcción de una vivienda Socovesa, cumple con todos los requerimientos de seguridad y calidad que el Estado norma para la tranquilidad de sus usuarios.
De construcción y post terremoto
Además del homenaje a la empresa por su destacado logro, la jornada estuvo marcada por diversas temáticas asociadas a la calidad de la construcción y las leyes que rigen sus procesos y responsabilidades.
Ante ello, el Gerente Socovesa Regional Valdivia, Andrés Villagrán, enfatizó en su ponencia “Socovesa y la Calidad”, que, “cuando estamos ante una construcción debemos tomar una decisión ética; debemos escoger entre hacer cosas bien o mal y es nuestra decisión hacerlas bien (…) si nuestras casas tienen mayor valor respecto al mercado, es porque son de buena calidad, eso significa que en sí mismas tienen el complemento de la excelencia”.
Por otra parte, el abogado asesor de la empresa, Ricardo Hernández, en su ponencia “Consideraciones Sobre el Defecto Constructivo”, explicó que por principio general, las cosas se pierden para su dueño. “En un evento de destrucción, inicialmente, el que pierde es el propietario”. Sin embargo, “sólo excepcionalmente un tercero deberá responder por la pérdida en los bienes de otro. Eventualmente se produce este tipo de responsabilidad por la destrucción o deterioro en los bienes ajenos, respecto de quienes hubieren participado en la construcción del mismo y siempre que ese resultado sea producto de fallas, vicios o defectos en el proceso constructivo”.
Respecto a lo anterior, Hernández señaló que el Artículo 45 del Código Civil, llamado Fuerza mayor o Caso Fortuito, hace referencia al imprevisto que no es posible resistir, como, un terremoto. Ante ello, señaló los tres elementos que la justicia y jurisprudencia califican como fuerza mayor, estos son factores relacionados con: lo irresistible, lo imprevisto y la exterioridad.
Finalmente, el Ingeniero Civil Estructural y revisor independientes acreditado por el Estado en primera categoría, Andrés Canepa, en su ponencia “Estructuras ante Solicitaciones Sísmicas”, enfatizó que, “los daños no dependen solamente de la magnitud del terremoto. Existe una serie de variables que determinan el comportamiento de la estructura, como la frecuencia y longitud de la onda sísmica, la amplificación del tipo de suelo, la geometría estructural y la calidad de la construcción”.
Agregó además que, “una estructura se realiza en base a una teoría de energía, pues el terremoto libera energía y la estructura debe poder, cumpliendo las normas, absorber la transmisión de ondas”. Aclaró también que la norma de diseño antisísmica sólo reduce daño en caso de sismo.
Como conclusión de la jornada, se puso énfasis en la fuerte responsabilidad profesional que tienen todos quienes participan en el proceso constructivo, pues además de la ley que hace que cada involucrado pueda ser demandable, hay un fuerte tema relacionado con el actuar a conciencia.