En representación del Consejo de Rectores participaron el presidente de la Comisión Asesora de Investigación, Ciencia y Tecnología del CRUCH, Adrián Palacios; y el presidente de la Comisión Asesora de Postgrado del CRUCH , Diego Cosmelli.
El acuerdo fue unánime entre quienes participaron en la sesión de la Comisión Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación del Senado realizada por vía telemática este martes 6 de octubre: la reducción de un 9% en el presupuesto para ciencia, tecnología, conocimiento e innovación determinada en el Presupuesto 2021 tendrá consecuencias negativas para el desarrollo del sector y del país y, por esta razón, se acordó buscar fórmulas para revertir esa decisión e invitar a la próxima sesión de la comisión a los ministros de Hacienda y de Ciencia.
Además de los senadores Guido Girardi, Carolina Goic y Francisco Chahuán, participaron en esta sesión representantes de las universidades, de la Academia Chilena de Ciencias y de organizaciones de becarios de posgrado.
En su intervención inicial, el presidente de la comisión, senador Guido Girardi (PPD), afirmó que el incremento de los recursos para ciencia, tecnología e innovación es un requisito fundamental para “mejorar los niveles de equidad” en el país. Señaló que “hay una contradicción” entre un bajo presupuesto y la posibilidad de generar nuevos empleos, pues “las potencialidades de Chile son de frontera y no hay suficientes expertos en áreas como el hidrógeno” u otras que requieren una fuerte innovación.
En ese contexto, con respecto a la eliminación de las Becas Chile, Girardi agregó que “es un despropósito impedir la formación de jóvenes a futuro. Aquí un tema de viabilizar un proyecto país hacia el siglo veintiuno. Quedarse fuera de esto es hacer una lesión enorme al futuro del país”.
Más adelante, Adrián Palacios, presidente de la Comisión Asesora de Investigación, Ciencia y Tecnología del Consejo de Rectores, afirmó que la importancia de la ciencia desarrollada por las universidades en Chile “ha quedado ampliamente evidenciada durante esta pandemia, con la movilización de recursos, infraestructura, personal y conocimiento acumulado, con el apoyo en la realización de diagnósticos e insumos, apoyo a la sociedad en asesoría jurídica laboral, apoyo psicológico, entre muchos otros”.
Palacios señaló que “es lamentable que en un escenario en el que, como nunca, la ciencia ha adquirido relevancia y un interés transversal en toda la sociedad, se le someta a restricciones económicas aún mayores a las que ya tiene. La reducción del presupuesto de ciencia hacia otros programas es marginal; sin embargo, de un tremendo impacto negativo para nuestro sistema de ciencia y tecnología, ya precario y débil”.
El representante de las universidades del Consejo de Rectores recalcó que debemos cuidar el ecosistema nacional en CTCI (ciencia, tecnología, conocimiento e innovación), “incluyendo el número creciente de programas de postgrado acreditados, cuyo sustento son las becas nacionales”. Recordó el esfuerzo sostenido de las instituciones por crecer en posgrado, impulsado por las acreditaciones. “Estamos en general de acuerdo en revisar Becas Chile, apoyando con más fuerza el sistema nacional, tanto con más becas como fondos de manejo de emergencia, extensiones de plazos y apoyos de emergencia, también para proyectos que hayan sido afectados durante este último periodo”.
Por otra parte, Palacios destacó positivamente la promoción de colaboraciones con las universidades desarrollado por el Ministerio de Ciencia y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), tendiente a un sistema más inclusivo en género, más descentralizado y con menos precarización laboral. Por ello, “la ANID debe mantener su presupuesto, para poder mejorar sus procesos”, sostuvo.
“Aquí la decisión política es fundamental; un país sin ciencia no es un país. Su postergación y la consecuente pérdida de oportunidades tendrá graves consecuencias. No es explicable una rebaja al presupuesto. Tenemos la necesidad imperiosa de fondos adicionales para mantener y poner en marcha proyectos y formación”, concluyó.
Flavio Salazar, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile indicó que “el daño moral que se genera en la comunidad es enorme, porque daña las expectativas de futuro: si en un momento que se requiere la reactivación del país la ciencia se toma como un gasto, que hay que reducir, entonces quiere decir que no se está considerando todo lo que hemos discutido durante varios años de que necesitamos modificar la matriz productiva y generar mayor conocimiento y mayores capacidades para el país”.
Añadió que “el Ministerio de Ciencia, políticamente no ha estado al nivel, no ha cumplido el papel que esperábamos, una defensa mucho más férrea de los intereses del país en cuanto a su desarrollo científico”.
Por su parte, Diego Cosmelli, Presidente de la Comisión de Postgrado del Consejo de Rectores, sostuvo la necesidad de “no dejar pasar este presupuesto así, tal y como está; la formación avanzada de personas ahora es crítica porque esas personas van a sustentar la innovación en desarrollo y conocimiento. No es el momento para cortarle las alas a ese proceso en Chile”.