Una breve estadía en la Universidad Austral de Chile tuvo el Dr. Lorenzo Picco, investigador de la Universidad de Padua, Italia, quien colabora activamente en iniciativas científicas relacionadas a la hidrología y geomorfología de ríos en nuestra casa de estudios.
En esta ocasión su visita se centró en proyecto ANID FOVI230004 “Fortalecimiento de la vinculación nacional e internacional para mejorar capacidades en la mitigación del impacto de incendios forestales en la conectividad en cuencas bajo un contexto de cambio climático”. Dicha iniciativa es dirigida por el Dr. Andrés Iroumé y cuenta con la colaboración de la U. de Padua.
“Es un proyecto de intercambio entre universidades, donde tenemos la oportunidad de trabajar con empresas forestales como son Arauco y Mininco”, indicó el Dr. Picco.
Para trabajar con profesionales de dichas empresas, los investigadores se reunieron en Concepción y Los Ángeles, donde analizaron los avances de la investigación y de una nueva herramienta denominada Índice de Conectividad.
“Esta herramienta permite entender la potencialidad de conectar áreas de cuenca con una red de canales. Puede ser útil para saber cómo actuar después de la ocurrencia de incendios o incluso en el manejo simple de las cuencas. Permite entender dónde es conveniente intervenir, priorizar los trabajos que se tienen que realizar para mitigar el transporte del sedimento dentro de una cuenca”, explicó Picco.
Agregó que “ésta es una herramienta que puede ser muy útil, sobre todo para las empresas forestales que realizan tala rasa. Explicamos cómo se puede actuar con ella y ambas empresas se mostraron muy interesadas”.
Los investigadores impulsarán el uso de esta herramienta en las empresas forestales, pero también entre estudiantes. Para ello organizaron una jornada con estudiantes de pregrado y postgrado con la finalidad de explicarles cuáles pueden ser las potencialidades del Índice de Conectividad y qué tipo de datos se necesitan para obtener este mapeo.
“Es algo bastante nuevo que en los próximos años puede ser utilizado en el manejo de cuencas y así disminuir riesgos asociados a flujos de sedimento, mejorar la calidad del agua en los ríos y la calidad del agua que se extrae de los ríos para beber”, explicó.
En Italia, esta herramienta comenzó a utilizarse alrededor de 10 años atrás y actualmente se amplió su uso a trabajos asociados a las ciencias del medioambiente, ya que ayuda a entender dónde se debe intervenir minimizando el riesgo de que el sedimento traspase ciertas áreas.