El Dr. Ralph Anthony Fischer (más conocido como Tony Fischer), es considerado uno de los especialistas más importante del mundo en fisiología de cultivos, en especial de trigo, y de los sistemas agrícolas en general. De ahí la importancia para la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile, de recibirlo entre el 15 y 17 de agosto pasado para que dictara una charla sobre su tema y se reuniera con estudiantes y académicos.
El Dr. Fischer, miembro del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) de Australia, llegó a Valdivia invitado por la Escuela de Graduados de esta Facultad, en una visita que fue coordinada por los Dres. Daniel Calderini, Carolina Lizana (Instituto de Producción y Sanidad Vegetal) y Susana Valle (Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos) de la UACh.
El especialista dictó la ponencia titulada “Feeding the world: crop yield progress and prospects” (La alimentación mundial: avances y perspectivas del rendimiento de los cultivos), ante una sala llena de un público interesado en la visión del científico en la materia en cuestión. El seminario del Dr. Fischer forma parte de un libro que está próximo a publicar sobre los escenarios de la producción de los cultivos y la alimentación mundial.
“El rendimiento de los cultivos es lo más importante para el bienestar humano cuando se habla de alimentos, si no hay un aumento de rendimiento más rápido que el aumento de la demanda, los precios suben, y eso quiere decir, que mucha gente pobre sufrirá la falta de estos”, indica el Dr. Fischer. Subraya el hecho de que la población mundial aumentará en un 33% en un periodo de 30 a 50 años.
¿Habrá menos alimentos para el futuro y, por lo tanto, más hambre?
A juicio del investigador “menos alimentos siempre quiere decir más hambre, sumado a la mala distribución de estos. Se calcula que aproximadamente un billón de personas no tienen suficientes alimentos para llevar una dieta adecuada”.
Indica que en este momento hay mujeres y niños que están por debajo de una dieta adecuada. “Si aumenta la población en los próximos 40 años significa que vamos a tener que producir mucho más”.
Para el Dr. Fischer es necesario incrementar la capacidad de producción mediante un mayor rendimiento de los cultivos, es decir, más producción en un mismo espacio. Sobre todo en los cultivos claves, que cubren la mayor parte de la demanda en calorías de la población mundial como trigo, maíz, arroz y soja, expresa.
La pregunta clave para el Dr. Fischer es “¿podremos seguir alimentando a la población en aumento?”
“Yo lo veo bastante difícil, la tasa de aumento de rendimiento de los cultivos está debajo del 1% con excepción del maíz, que está un poco por arriba, pero para alcanzar la demanda, el incremento del rendimiento de este cultivo debería estar en 1,25%”.
Agrega que en el caso del trigo, se debería alcanzar un aumento de 4,2% para cubrir el crecimiento en la demanda hacia el año 2050. Esto considerando que no se produzcan aumentos en la superficie sembrada de trigo lo que significaría una desventaja desde el punto de vista ambiental”, explica.
Claves para Prevenir el Hambre: Rendimiento e Investigación
“Hay dos maneras de aumentar el rendimiento, dependiendo del sistema de producción, uno es a través del mejoramiento genético, incrementando el rendimiento potencial de los cultivos (el máximo que pueden lograr). El otro, es disminuyendo la brecha entre el rendimiento efectivamente logrado por los productores y el potencial, es decir, cerrando la diferencia entre el rendimiento potencial que logre el mejoramiento genético y lo que están obteniendo los agricultores en ese mismo campo”, expone Fischer.
Sostiene que Chile produce poco de esos alimentos claves para el mundo, pero sí frutas, verduras, paltas, vino y leche. Chile es muy diferente de los grandes productores de granos, por eso puede ayudar al conocimiento en este tema la investigación como la que realiza el grupo del Dr. Calderini en la UACh, con la gran ventaja de tener un enlace con el CIMMYT (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo).
Esto es un ejemplo de como la investigación en Chile puede contribuir a la producción mundial. Otra muestra, es la producción de semillas por parte de varias compañías y la producción de híbridos.