«Avances en vibroacústica y proyección al siglo XXI» se denominó la didáctica y entretenida exposición que realizó el jueves 09 a las 11:30 horas en la Sala Paraninfo UACh el Dr. Jorge Arenas (Instituto de Acústica), en el marco de la «VII Jornada de Investigación Científica Universidad Austral de Chile».
Con un fuerte apoyo multimedial (que incluyó fotografías y videos), el académico se refirió a la vibroacústica, reciente ciencia que tiene su base en la acústica y se encarga del estudio y la interacción de los fenómenos vibratorios con los medios adyacentes.
Esta disciplina -dijo- ha sido aplicada principalmente a problemas aeroespaciales.
El investigador mencionó diversas proyecciones de la vibroacústica. Señaló que los planes de la NASA para hacer un viaje tripulado a Marte implican desafíos científicos y tecnológicos en los cuales esta disciplina será fundamental. Ello porque esta misión considera mayores niveles de ruido, además de la creación de materiales más resistentes.
Igualmente, aseguró que es muy probable que se generen instancias de viajes espaciales comerciales (turísticos). A esto se suma que las computadoras seguirán incrementando su velocidad, lo cual va a implicar que los sistemas de control activo de los ruidos y vibraciones serán más eficientes.
En esta misma línea, este desarrollo tecnológico permitirá que las actuales técnicas de control de ruido y presiones sean aplicadas en nuestra vida diaria, incorporándose mucho más rápidamente a la industria electrónica y automotriz, entre otros. «Muchos de los desarrollos que hace la NASA es tecnología que después se traspasa al dominio público. Por ejemplo, el horno microondas, el belcro, entre otros», explicó.
Tecnología Aeroespacial: Máxima Complejidad
Gran parte de su exposición el Dr. Arenas la dedicó al transbordador espacial, «la estructura más compleja que ha creado el hombre».
Explicó que los transbordadores generan 180 decibeles, siendo la fuente más poderosa de sonido que actualmente existe en la tierra. Ello considerando que 194 decibeles es el sonido máximo posible de generar.
Estos vehículos aeroespaciales generan efectos vibro-acústicos sobre la nave, carga, astronautas, torre y estructuras en tierra, vida silvestre, ecosistemas, y la comunidad (impacto psicológico y fisiológico).
Pero ¿por qué generan tanto sonido los transbordadores? Porque tienen que romper la barrera del sonido para poder viajar al espacio, es decir, deben desplazarse a más de 1 MACh, medida que corresponde a 340 metros por segundo.
En este contexto se han creado técnicas avanzadas de control de ruido y vibración, que cancelan estos fenómenos. Es así como se han creado materiales inteligentes, absortores inteligentes (placas que absorven el sonido), y el control con agua.
Respecto a esto último, cabe señalar que la NASA usa más de un millón de litros de agua para controlar los ruidos y vibraciones provocados por un transbordador al despegar.