Para la mayoría de las personas hablar del reciclaje es un tema que se aborda con la distancia de alguien que eventualmente lleva algún material que ya no usa a un punto limpio, con la noción que allí será derivado a una planta mayor para integrarlo a un nuevo ciclo de producción. Una práctica a la que cada día se suman más personas y se realiza con mayor frecuencia. Así lo confirman las estadísticas de instituciones que hacen gestión de residuos como la Universidad Austral de Chile o El Parque Urbano El Bosque.
Pero el reciclaje también es un medio de subsistencia y desde esa óptica, el trabajo honrado que con mucho sacrificio realizan los Recicladores de Base, aquéllos que recorren las calles y los barrios recolectando el cartón, las botellas de vidrio o de plástico, y las latas de aluminio, entre otros materiales para cargar sus carros, bicicletas o el medio con el que cuenten y dirigirse a los puntos de mayor recolección o, como ocurre en otras regiones, directo a las plantas de reciclaje.
En Valdivia, el recuerdo nos trae pintorescas carretas cargadas de cartón recorriendo las calles céntricas, material que por su bajo valor actualmente no es tan cotizado por los recicladores de base, no obstante, el oficio se mantiene y complementa con metales, latas de aluminio y botellas plásticas, en una peregrinación de sus protagonistas por los barrios de la ciudad.
Siempre afirmo que el reciclaje no es basura y esta frase cobra la mayor fuerza cuando reflexionamos en torno a la labor de los recicladores. Todos aquellos materiales –reciclables- que la cadena de comercialización en una ciudad permita recuperar, deben ser recuperados en el origen, cobrando una tremenda importancia el servicio que, sin costo alguno, prestan a la ciudadanía los recicladores y recicladoras de base.
Aquellos materiales recuperados, que no llegan al vertedero gracias al reciclador, hacen que este respetable trabajo sea un beneficio significativo para el medio ambiente al asegurar una disposición adecuada y a la vez, un medio que permite generar ingresos que complementan o sostienen la economía de una familia.
Valorar el trabajo de los recicladores de base significa reconocer el tremendo aporte que ellos hacen, y actuar conforme a ello implica tener presente que entregan el servicio de retirar el reciclaje sin costo, por lo que es el deber de cada uno facilitar su labor, entregando este material limpio y ordenado.
Nos alegramos que el Estado también reconozca su trabajo celebrando el 1° de marzo el Día del Reciclador de Base.