Como sucede anualmente, desde el año 2001 en Valparaíso, el Festival Internacional Contemporáneo Danzalborde se concreta como un espacio de encuentro entre el público y los creadores de danza contemporánea de diferentes latitudes, con una mirada que cada vez se introduce más en el territorio, construyendo puentes entre las comunidades en una escala local, nacional e internacional. Este año 2017, realizó su 16º versión, y tuvo la participación de estudiantes de nueve estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral de Chile, acompañados por la Coordinadora de Vinculación con el Medio de la unidad, Prof. Elisa Cordero.
El evento que fue organizado por escenalborde, artes escénicas contemporáneas (www.escenalborde.cl), surgió el año 2001 con carácter nacional, en la actualidad es un festival con trascendencia internacional, asociado a la Red Internacional de Festivales de Danza en Paisajes Urbanos (www.cqd.info) y la Red Suramericana de Danza (www.movimiento.org).
Dedicado específicamente a la muestra y difusión del lenguaje de la danza contemporánea profesional nacional e internacional, Danzalborde es una vitrina para la creación contemporánea, un espacio para visibilizar la diversidad de propuestas escénicas, nuevos lenguajes y uso del espacio urbano en un contexto que favorece el intercambio de experiencias, generación de redes de investigación, discusión y colaboración en torno a las artes escénicas y sus potencialidades, en vínculo directo con el público y la comunidad.
El programa contó con presentaciones en los formatos de intervención urbana, obra de sala y VideoDanza, convocando de forma gratuita a habitantes y visitantes de la ciudad de Valparaíso a recorrer salas y espacios públicos durante 10 días continuos, además de extensiones en otras ciudades del país (www.danzalborde.cl).
Participación UACh
Los nueve estudiantes de la Universidad Austral de Chile, de las carreras de Arquitectura y Artes Visuales participaron específicamente en una residencia durante la cual se integraron a un proceso creativo transdisciplinar, liderado por el coreógrafo brasileño Cristian Duarte. Los jóvenes prepararon una intervención de espacios no tradicionales, en la que participaron también bailarines convocados, y cuyo resultado fue mostrado como parte de las actividades de muestra del programa de Danzalborde.
Además del trabajo creativo en residencia que se llevó a cabo durante las mañanas los jóvenes participaron en las actividades del festival, las que consideron charlas diarias, mesas de trabajo, muestras de VideoDanza, Intervenciones Urbanas y/o otras actividades
La estudiante cuarto año licenciatura en artes visuales, Carla de la Fuente, contó que fue una gran experiencia. “Luego de haber asistido a la semana de pasantía Danzalborde, aprendí mediante el acompañamiento del coreógrafo brasileño Cristian Duarte parte de los conceptos y dudas que llevaba al encuentro, uno de los cuales era como mediante el trabajo en un grupo interdisciplinario se podrían abordar diferentes campos de conocimiento e intereses”.
“La relación existente entre las personas y el arte performativo fue una de las cuestiones que más me llamo la atención” dijo y agregó que “he viajado múltiples veces a Valparaíso, pero nunca había recorrido durante tantos días, la misma ruta, y así pude ver como flujo de esta ciudad es distinto si uno lo mira desde adentro”.
Por otra parte, el alumno de Alemania Marius Schumann, quien esta de intercambio en cuarto año de arquitectura contó que: “Al parecer la danza y la arquitectura tienen poco en común. Los unos construyen, los otros bailan. Sin embargo las dos disciplinas se dedican al espacio. La arquitectura es el diseño y la construcción de espacios para el humano, la danza describe el movimiento del humano en el espacio. Las dos disciplinas requieren un alto conocimiento y sensibilidad para el espacio aunque desde puntos de vista diferentes. Por conocer una perspectiva al espacio desde el baile participé en el taller experimental con el coreógrafo Cristian Duarte. La metodología del taller era profundamente diferente a las maneras de experimentar en la carrera. Hablamos poco, no dibujamos ni maqueteamos. Trabajamos con el cuerpo, conocimos nuestro propio peso, y el peso de nuestros compañeros a través de varios ejercicios ejecutados”.
Así también contó que “El workshop de danza también trataba de la acción de tocar. Esa acción de baile es directamente vinculado a la temática de textura, o superficie en la arquitectura. A través de este estudio corporal aprendí varios paradigmas, ya que a través del estudio corporal se crea una percepción muy profunda”.