Desde hace más de dos décadas, científicos del mundo han estudiado las células madre por su potencial terapéutico. Sin embargo, y a pesar de las esperanzadoras primeras incursiones en esta materia, donde se visualizó a las células madre como el camino a encontrar cura a enfermedades como el parkinson o la diabetes, los primeros resultados de estudios clínicos fase tres que se encuentran en ejecución son desalentadores.
En la literatura se pueden encontrar muchas terapias potenciales, pero son pocas las que están comprobadas y, a la fecha, una sola está aprobada para su uso en humanos en Canadá y Nueva Zelanda, pero incluso dicha terapia –usada en pacientes trasplantados- no cuenta con resultados favorables en la última fase de estudio, según aseguró la investigadora y académica de la Universidad Austral de Chile (UACh), Dra. Javiera Bahamonde.
“Las células madre se quieren utilizar en terapias celulares para muchas enfermedades de humanos y animales, pero estos tratamientos aún no se han comprobado científicamente. Hasta ahora, hay una terapia que ha sido aprobada para humanos, pero lamentablemente en el estudio clínico fase tres, que es un estudio masivo y prolongado en el tiempo, no han encontrado diferencias significativas entre las personas que usan la terapia y las que no; y una de las teorías es que, aunque las células sobreviven a la congelación, el proceso altera sus propiedades terapéuticas”, explicó Bahamonde.
La académica detalló que a la fecha hay numerosas revisiones bibliográficas que han explorado y tratado de responder por qué, si los resultados de los estudios in vitro, fase uno y dos, eran tan prometedores, en el estudio de fase tres ya no se ven esas diferencias tan evidentes. Uno de los hechos que llamó la atención de la comunidad científica es que en la mayoría de los estudios preclínicos se ocuparon células frescas, mientras que en el estudio de fase tres se usó un producto congelado, por lo que infieren que la criopreservación puede afectar las propiedades que son potencialmente terapéuticas de las células madre.
A esta teoría buscan aportar un proyecto interno de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística de la UACh y un proyecto FONDECYT que dirige la Dra. Bahamonde (DID S-2018-04 y FONDECYT 11180681) y que tienen por objetivo determinar las soluciones óptimas de crioconservación específicas para células madre mesenquimales de origen canino y bovino, extraídas de tejidos fetales y placentarios.
Para dar cumplimiento a su objetivo, la Dra. Bahamonde junto a un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias, que incluye a la Dra. Ximena Valderrama, Dra. Bárbara Pérez y Dr. Marcelo Ratto, entre otros, evaluarán y compararán la viabilidad previa y posterior a la congelación de las células madre utilizando diferentes soluciones de crioconservación; y compararán las propiedades terapéuticas de las células crioconservadas con sus homólogas no congeladas.
En concreto, el proyecto busca en primera instancia comparar distintos tipos de criopreservantes -químico que ayuda a que la célula no muera durante el proceso de congelación-, encontrar la fórmula más inocua y determinar si hay una mezcla de criopreservante más efectivo para un tipo celular en comparación con otro. Luego, el grupo de científicos testeará si las células que nunca han sido congeladas versus las que sí lo han sido bajo procesos estándar de criopreservación, presentan alguna diferencia midiendo factores potencialmente terapéuticos como la capacidad de proliferación, de migración, diferenciación y las capacidades de inmunomodulación e inmunogenicidad, además de evaluar si la criopreservación activa las vías de apoptosis -muerte celular programada-, evaluación que se llevará a cabo en dos especies: bovinos y caninos.