Felipe Kast lo dijo el domingo en TV. Ayer lunes 02 el ministro de hacienda Ignacio Briones ha dado a conocer un plan de reactivación económica valorado en USDM$5.500. Señaló “Hemos estado atentos a esta compleja realidad económica, que hemos monitoreado pero que nos ha sorprendido por su magnitud y rapidez”. Así es como el gobierno ha estado tratando de implementar nuevas medidas que vayan dando respuesta a las demandas ciudadanas. La verdad, es que se siente que aún no ha dado en el ancho, ni en el clavo. Esta nueva propuesta no tiene cambios estructurales, pero sí van a aliviar un poco la alicaída economía doméstica con algunos impactos tales como la supuesta creación de unos 100.000 empleos durante el 2020. Son USDM$3.025 para reconstrucción, USDM$1.950 para las pymes afectadas y otras iniciativas por USDM$525. Buena maniobra es la devolución anticipada de impuesto a la renta para las MiPymes que experimentaron una caída de sus ventas en octubre. Dependiendo de la magnitud de eso, se devolverá anticipadamente entre un 20% y un 75% de sus PPM. También se darán facilidades para el pago del IVA de los 3 últimos meses del año, y podrán ser pagadas en 12 cuotas con tasa de interés real cero y a partir de febrero del 2020.
Además, señaló Ignacio Briones “Todas estas medidas son mayoritariamente transitorias y concentradas en apoyar la creación de empleos, de forma directa o indirecta y van a inversión pública, así como el apoyo a las empresas de menor tamaño”. Está claro que esto altera el compromiso de convergencia de balance estructural actual que contemplaba una reducción del déficit estructural a razón de 0,2% del PIB por año, hasta llegar a 1% del PIB en 2022. Estas medidas nos están dando para el próximo año, una meta de déficit estructural de 3% del PIB. El gasto público crecerá al 9,8% real en 2020 confrontado con el año 2019, el mayor aumento desde el año 2009. Así, el déficit fiscal será del 4,4% del PIB, muy parecido al déficit de 4,3% del PIB registrado el 2009. Para todo esto se necesitan USDM16.600; USDM$9.000 serán emisión de deuda y USDM$7.600 vendrán de los activos del tesoro. Con todo esto, la deuda pública bruta estará en torno a 38% del PIB hacia fines de 2024. Nuestra deuda pública es más baja que otros países de la región, y sabemos que ha subido en los últimos cinco años desde el 14% a un 28%.
El pasado.
Bien recordamos la recesión a fines de 1981 y con un PIB en 1982 que se contrajo 14%; con esto, en los dos años siguientes la SBIF intervino a 22 instituciones que representaban el 60% del mercado. De las tres principales soluciones a la crisis, las dos primeras costaron un 17,3% del PIB; entre 1982 y 1987 esto equivalió al 25% del PIB. Por otra parte, al mirar la crisis llegada desde el exterior en septiembre del 2008, propició retiros de la cuenta del Fondo de Estabilización Económica y Social hasta completar al final del período presidencial de Michelle Bachelet más de US$ 8.000 millones que estuvieron destinados al Plan de Estímulo Fiscal que incluyó la capitalización de empresas públicas (Codelco, ENAP y BancoEstado) y el acrecentamiento del gasto para inversión y gasto social. En el caso del terremoto del 2010, solo ese año se invirtieron USDM$8.500 y después de 4 años, superaron los USDM$4.000 en reparaciones y edificaciones de obras nuevas.
Nota preponderante es consignar que los dineros a utilizar salen finalmente del bolsillo de todos los chilenos. Vale la pena estar atentos a los cambios para que no nos lleve la corriente y nos ahoguemos. Así y todo, quizás, debemos dejar de “Atrevernos a dar pasos discretos importantes” y aplicar modificaciones estructurales que descompriman el estallido social y se vean realmente reflejados en la gente. Tema candente en esto son las pensiones que de júbilo no tienen nada.