Organizado por la agrupación Red de Investigadoras y el Núcleo Científico Tecnológico en Ciencias Sociales y Humanidades, con el patrocinio de la Dirección de Equidad de Género y Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad de la Frontera, Temuco, se llevó a cabo el último conversatorio del ciclo “Las Perversiones del Neoliberalismo” al que fue invitada la matrona, investigadora y académica Cynthia Vergara del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva de la Universidad Austral de Chile, para exponer el tema “Neoliberalismo, Pandemia y Estallido Social: Su efecto como determinante social en salud Latinoamericana”.
En la ocasión, la docente partió agradeciendo la invitación y valorando el espacio y dijo que “es una ruptura en el sistema para la reproducción del conocimiento.”
En su exposición, la profesional explicó que “el elemento que articula las demandas sociales y de salud es el modelo económico neoliberal. Un sistema económico depredador, donde el Estado deja de garantizar servicios, derechos laborales y salud. Que atraviesa también al lenguaje, donde el paciente se convierte en un usuario, un cliente. Pero lo bueno es que las tecnologías de bien de consumo como las redes sociales son un punto de inflexión, para discutir temas, demandas y denuncias desde ese consumidor/a, donde quizás podemos volver a pensar en un colectivo”.
Y agregó: “La pandemia profundizó las desigualdades, evidenció la precarización laboral, etiquetó focos de contagio, la vigilancia y el control de los cuerpos, puso a prueba la preparación de los países de Latinoamérica en salud, hubo un auge del mercado farmacéutico y se evidencia la perpetuación de los discursos de los estados o gobiernos”.
En cuanto al escenario que vivimos, la investigadora señaló que, en conclusión, “la vivencia en un sistema político económico constituye un determinante social en la salud que impacta en el neoliberalismo como determinante en la salud, impacta en el género, en las clases sociales, en la inmigración, en las personas de acuerdo a su edad. Se vaticina un aumento en la salud mental, descompensación de crónicos, aumento de morbilidades por disminución de controles preventivos, salud ocupacional, etc. Emergen movimientos por la alimentación, ambiente y cuerpos: con conciencia de desigualdades. Necesitamos respuestas globales y específicas en salud como reformular higiene, planes de emergencia globales y por barrios, uso de tecnologías en salud y transdisciplinariedad. Promover una disciplina de la catástrofe y comunitaria ajustada al territorio guiándose cada vez en menor medida por las estadísticas promedio en salud. Plantear una salud colectiva y ampliada».
Como propuestas de cambio “sistémico-ecológico”, la investigadora indicó que es necesario “revitalizar la APS, aumento del % del PIB en gasto en salud, eliminar o disminuir el autofinanciamiento en salud, colocar impuestos a la riqueza que se destinen a salud, utilizar instrumentos de medición ajustados a la realidad, establecer trabajo en red con universidades, aumento de equipos humanos en salud, regulación de las carreras del área y aumentar la dotación en salud, impulsar una red científica en salud de la catástrofe”.
El seminario virtual cerró con una ronda de preguntas para las expositoras.