Por estos días concluyó el proyecto de vinculación con el medio de la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile (UACh) denominado “Taller de Educación Financiera”, dirigido por el Prof. Alejandro Robles Saavedra de la Escuela de Ingeniería en Información y Control de Gestión, que benefició directamente a la comunidad del campamento de Pelluhuín, ubicado en las inmediaciones de la Sede en Puerto Montt, y al campamento Esperanza Viva, ubicado en el sector de Ovejería Alto en Osorno. Para la realización de ambas actividades se contó con la ayuda de la fundación Techo.
El total de beneficiarios de los talleres de la UACh fue de 25 familias, quienes participaron en cada una de las actividades en conjunto con estudiantes y titulados de Ingeniería en Información y Control de Gestión. Los talleres fueron realizados en las sedes sociales de cada uno de los campamentos, culminando con la entrega de diplomas de participación a los beneficiarios.
Los talleres efectuados en ambos campamentos fueron llevados a cabo por el Prof. Alejandro Robles y la Prof. Connie Carreño de la Escuela de Ingeniería en Información y Control de Gestión, quienes abordaron temas como el ahorro, los gastos y el presupuesto, culminando con el desarrollo de un presupuesto familiar realizado por cada representante de un grupo familiar y beneficiario directo del proyecto.
En ambos campamentos se aplicó una encuesta a más de 60 familias, de forma de conocer el comportamiento sobre el ahorro y gastos de los residentes. Más del 60% de las familias declaró un ingreso inferior a los $300.000 mensuales con un hogar integrado en promedio por casi cuatro personas, en donde alrededor de la mitad de los miembros del grupo familiar corresponde a menores de 24 años. La mayor parte de las encuestas constató que las familias no tienen conciencia de todos los gastos que realizan.
Al respecto, el Prof. Alejandro Robles destacó que: “Planificar un taller de educación sobre temas financieros en un lugar en donde sus habitantes no cuentan con agua potable, electricidad y que deben utilizar una letrina comunitaria debido a la inexistencia de alcantarillado, provoca ciertamente desazón en cuanto a la pertinencia de lo que se quiere desarrollar. Sin embargo, la declaración explícita del valor de compromiso con la comunidad de la Universidad Austral de Chile fue el principal motor impulsor de realizar estas actividades, pensando en el impacto que provocaría en el bienestar de las personas. Comprender el gasto mensual familiar de cada hogar y verificar la posibilidad de ahorrar fue sin duda el mayor aporte reconocido por los miembros de la comunidad. La mayor parte de ellos son sujetos sin acceso a instrumentos de endeudamiento, por lo que cualquier gasto extraordinario debe ser cubierto por sus ingresos, los cuales muchas veces corresponden a trabajos informales”.
Junto con ello, el académico destacó lo positivo que fue “darse cuenta del ejemplo de fuerza colectiva que demuestran los miembros de estas comunidades, en donde reconocen que su bienestar no pasa por esfuerzos individuales, sino que por parte del colectivo, reflejándose esto en su fuerte organización y comunicación en todas las actividades que llevan a cabo”.
En el contexto del sello de responsabilidad social de la UACh, el académico destacó que “la realización de este tipo de actividades en asentamientos precarios con la participación de estudiantes contribuye en su propia formación como miembros de la comunidad, en donde comprenden el rol que juegan en sus acciones con el bienestar de la sociedad, cualidad que debe destacar en cualquier profesional de esta Universidad”.