Para contrarrestar los efectos negativos del alza de la electricidad en la inflación, el Dr. Fernando de la Costa, académico del Instituto de Administración, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UACh, propone evaluar la implementación de varias medidas.
Una de ellos es la creación de subsidios temporales a la electricidad “que pueden aliviar temporalmente la carga sobre los consumidores y las empresas, pero estos deben ser focalizados y eficientes para que su impacto sea masivo y llegue a quienes más lo necesitan”, advierte.
A ello se suman las políticas de eficiencia energética. A su juicio, fomentar la inversión en tecnologías más eficientes y energías renovables puede reducir la dependencia de la electricidad de alto costo y estabilizar los precios a largo plazo.
También menciona el monitoreo y regulación. Para el académico, regulaciones más estrictas y la supervisión de los mercados de electricidad pueden prevenir abusos de precios y asegurar que los incrementos de costos se justifiquen.
Asimismo, propone impuestos a la contaminación. Es decir, generar una política de impuestos a la generación de electricidad por carbón que vaya en directo subsidio al precio de la electricidad.
A su vez, fomentar para la incorporación de tecnologías verdes. Para el profesor de FACEA UACh, esto se traduce en instruir a los distintos organismos estatales para otorgar financiamiento a proyectos de generación eléctrica domiciliaria eco-amigable (eólica, solar, entre otras) junto a la posibilidad de vender estos excedentes al Sistema Interconectado Central (SIC).
Por último, menciona una interesante propuesta denominada “Política Crediticia Verde” que busca fomentar la creación de un instrumento de financiamiento tipo FOGAPE para que personas naturales, especialmente de clase media, puedan incorporar en sus domicilios sistemas de autogeneración eco-amigable de electricidad.
Posibles efectos por el alza de la electricidad
El especialista UACh anticipa que la inflación se puede incrementar en 2025 y no alcanzar la meta del 3%, propuesta como óptimo por el Banco Central. “Esto al menos hasta la primera mitad de 2026 debido al impacto del alza de las tarifas eléctricas”, dice.
Añade que se espera que el alza de las tarifas eléctricas, que podría llegar al 50-60% del precio que tenía en junio, pueda generar caídas del -0,3 al -0,4% en el Producto Interno Bruto Nacional y aproximadamente un 1% en el consumo domiciliario y la inversión.
A nivel empresarial, un aumento del 10% en el precio de la energía eléctrica se proyecta asociar a una caída del 1,9% en la inversión y del 0,1% en el empleo en el sector industrial (Banco Central de Chile, 2024), plantea.
El gobierno ha propuesto como medida paliativa un subsidio eléctrico dirigido al 40% más vulnerable de la población. Sin embargo, “este subsidio está financiado en un 83% por los propios consumidores a través de un cargo extra en las tarifas, por lo que el alivio para las familias beneficiadas será limitado”, comenta.
El Dr. Fernando de la Costa señala que “más de 600 mil familias vulnerables son deudoras de las cuentas de electricidad al día de hoy, razón por la cual están inhabilitadas para acceder al subsidio y no recibirán apoyo para mitigar el alza tarifaria, incrementando aún más su precaria situación y poniendo presión en quienes se verán obligados a colgarse para acceder a este servicio, degradando el servicio a los demás usuarios”.
Finalmente estima que las familias enfrentarán un alza del 27% aproximadamente en sus cuentas de electricidad, “generando una merma importante en su poder adquisitivo, ya que el subsidio no alcanzaría a compensar dicho aumento”, puntualiza.