La Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh es parte de los excelentes resultados obtenidos por esta casa de estudios en relación a la adjudicación de proyectos del concurso Fondecyt regular. Se trata de dos académicos del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio: El Prof. Emérito Dr. Andrés Iroumé y el Dr. Duncan Christie, también investigador del (CR)2.
Cuencas afectadas por incendios forestales
En el proyecto Fondecyt Regular 1240314: Cambios por efecto de incendios de la vegetación en la conectividad de agua y sedimentos en cuenca forestadas, el Dr. Andrés Iroumé se enfocará en el área de la hidrología, desde donde analizará el comportamiento de las cuencas que han sido afectadas por incendios forestales.
“Estudiaremos cómo cambian los flujos de agua y sedimentos en cuencas afectadas y estableceremos comparaciones con aquellas que no han sido afectadas por incendios”, señaló el académico.
Para este estudio, que se extiende desde el año 2024 a 2027, tendrán el apoyo de dos importantes empresas forestales que cuentan con monitoreo de cuencas: Forestal Arauco y Forestal Mininco.
“Las cuencas estudiadas están en el grupo de cuencas que ambas empresas están monitoreando desde hace años. Nos beneficiamos al poder acceder a datos históricos y la instalación de nuevos quipos”, indicó.
Las cuencas se encuentran en la zona central de Chile que se ha visto afectada por incendios y que se encuentran cercanas a Los Ángeles, Nacimiento y hacia el norte de Concepción. En estos sitios existen cuencas que sufrieron los daños de incendios ocurridos en el año 2017 y otras en febrero del pasado 2023, por lo tanto, están en proceso de ajuste.
Los estudios sobre los efectos hidrológicos luego de incendios forestales son escasos. “En términos de publicaciones existen solamente un par de artículos de un investigador de Bioforest, que también es coinvestigador de este proyecto y que estudió el efecto de cuencas que se quemaron en 2017”, puntualizó.
El académico indicó que junto a Mininco se implementó un grupo de cuencas que será parte de la investigación y ya se están reinstalando equipos en otras, para continuar con un monitoreo que se detuvo luego de los incendios de 2017. Los equipos que se instalan en las cuencas miden precipitación y caudales.
“Para las empresas es importante conocer cuáles son los efectos y cómo y en cuánto tiempo se recuperan las condiciones originales de una cuenca. También estudiaremos algunos métodos diferentes de gestión forestal para saber si tienen un efecto, por ejemplo, en el control de erosión y en el ciclo hídrico”, agregó.
Reconstrucción de la dinámica del cinturón de vientos del oeste a través de anillos de árboles
Los bosques nativos de Chile, a través de la disciplina de la dendrocronología y el estudio de los anchos de los anillos anuales de crecimiento de árboles a lo largo de Chile son la base del proyecto “Dinámica del cinturón de vientos del oeste del hemisferio sur durante el último milenio”, cuyo responsable es el Dr. Duncan Christie.
Su objetivo será reconstruir la dinámica del cinturón de vientos del oeste del hemisferio sur durante el último milenio, utilizando una red de registros de anillos de árboles a lo largo de los Andes, con el objetivo de determinar sus principales patrones temporales de variabilidad y sus vínculos con diferentes forzantes climáticos de gran escala.
Con este fin se utilizarán los anillos de árboles como archivos ambientales que registrarán la intensidad y la posición de la gran carretera de vientos que proviene desde el Pacífico. “Ésta es la que trae las tormentas y, en consecuencia, el agua. En el centro sur de Chile, la principal fuente de precipitación llega a través de esta gran carretera de viento o “westerlies”, explicó el Dr. Christie.
Por lo tanto, el investigador y su equipo estudiará la posición altitudinal de esta carretera de viento, si se desliza por Chile central y el sur o más abajo. “Si se dirige hacia el sur esto causará lluvias en esa zona, pero sequía en Chile central”, expresó.
Donde haya más precipitaciones, los árboles crecerán más y los anillos de sus árboles guardarán esa información que servirá de registro para que los investigadores analicen dónde está ubicado el cinturón de vientos del oeste (carretera de viento) año a año, latitudinalmente.
Otro aspecto que estudiarán son los factores que determinan su movimiento. “Anualmente es normal que su deslizamiento fluctúe entre cierto rango de latitud, pero lo que está pasando estos últimos 30 años es que se está moviendo mucho más hacia el sur. Esta es la razón por la que la lluvia no está presente en Chile central y sí lo está en la Patagonia”, explicó.
Es decir, existe una variabilidad natural que hace que se mueva de esa forma, pero ahora los Gases de Efecto Invernadero empujan haciendo que este cinturón se mantenga más abajo y esa es la influencia que el cambio climático está teniendo en las precipitaciones.
Para conseguir estos registros, el equipo recurrirá a las especies de árboles que son más sensibles a la precipitación y que corresponden a queñoa, ciprés de la cordillera, coihue de Magallanes y araucaria, las cuales muestrearán a lo largo de Chile.
Pero no solo trabajarán analizando el ancho de anillos que indicará el crecimiento del árbol en un determinado año, sino que también utilizarán otro parámetro que complementa al primero y que es aún más complejo. “Utilizaremos los isótopos de oxígeno dentro de los anillos, que registrarán la cantidad de agua que está llegando a los bosques”, afirmó Christie.
“La relación entre el contenido del isótopo de oxígeno 18 y 16 nos dice mucho sobre qué está ocurriendo en el clima. Cuando hay sequía y condiciones de aridez los árboles comienzan a perder agua por los estomas y lo primero que se va a evaporar con ello es el oxígeno más liviano, es decir el oxígeno 16. Esto va dejando una “huella” año a año en la relación de átomos contenidos en los anillos de crecimiento”, indicó.
Cabe destacar que estos estudios en el hemisferio sur son inéditos, sólo existen en el hemisferio norte, y que los datos que se generen podrán servir también para entrenar modelos proyectivos para modelar climas futuros.
En este proyecto participarán como co-investigadores los Dres. Martin Jaques de la Universidad de Concepción; y Álvaro González y Carlos LeQuesne de la UACh. Sin embargo, también se verá involucrada la Red de trabajo de Laboratorios de Dendrocronología del país y el IANIGLA de Argentina, equipo con quienes el Laboratorio de Dendrocronología y Cambio Global de la UACh trabaja fuertemente desde hace muchos años.
Cabe mencionar que desde el Instituto de Bosques y Sociedad, el Dr. Felipe Zúñiga obtuvo un Fondecyt de Iniciación. Ver nota aquí.