<p align="justify"><em>* La académica española presente en el </em> <em><a href="http://www.humanidades.uach.cl/congreso_antropologia/#prog">VI Congreso Chileno de Antropología</a> realizado en la UACh</em><em> valoró la identidad femenina presente en el mundo moderno, la que se construye en base a la individualidad pero sin descuidar la necesidad del grupo, los vínculos humanos y las emociones.<br />* </em><em>Igualmente mencionó que en este nuevo escenario hay hombres que comienzan a adoptar esta identidad contradictoria, la que en su opinión "es mucho más sana". </em></p><p align="justify">Para la Prof. Almudena Hernando, arqueóloga del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, la identidad es una construcción cognitiva que tiene como principal objetivo hacer sentir al ser humano que está suficientemente seguro en el mundo en el que vive. </p><p align="justify">Según la académica española que participa en el <a href="http://www.humanidades.uach.cl/congreso_antropologia/#prog">VI Congreso Chileno de Antropología</a> realizado en la UACh, el mundo y el universo es demasiado complejo, por tanto si el hombre tuviera consciencia de toda su complejidad colapsaría por la angustia. </p><p align="justify">En ese contexto -dijo- la identidad se basa en lo que entendemos por realidad, la que "vamos modificando según qué fenómenos del universo ordenemos a través de las variables tiempo y espacio". </p><p align="justify"><strong>Individualidad y Género </strong></p><p align="justify">Vinculado con el tema de la identidad, la especialista sostuvo que la individualidad va avanzando históricamente. "Es un proceso gradual en el mundo occidental que se da básicamente en los hombres, en tanto las mujeres se individualizaron recién al llegar a la modernidad", dijo. </p><p align="justify">En su opinión, "el problema de la individualización es que se trata de una identidad que está basada en una fantasía: que el ser humano puede sentirse aislado en el mundo. Si nosotros realmente estuviéramos aislados, nos sentiríamos muy angustiados porque nos daríamos cuenta de nuestra impotencia. Por ello me parece imprescindible que nos sintamos vinculados al grupo, pero la individualidad niega la necesidad del grupo".</p><p align="justify">En ese marco -indicó- los mecanismos de la identidad juegan con una serie de variables, algunas conscientes y otras inconscientes; de manera que cuando va avanzando la individualidad, nos vamos separando del grupo en nuestra apreciación de nosotros mismos.</p><p align="justify">"Creo que lo que han hecho los hombres a lo largo de la historia es que han desarrollado la individualización y por tanto la fantasía de su potencia, de su poder, a costa de que las mujeres mantuvieran la identidad de grupo", manifestó.</p><p align="justify">En su opinión, "los hombres han podido construir la fantasía de la individualidad porque las mujeres han servido de apoyo emocional, de garantía del vínculo y así no ha sido evidente su impotencia".</p><p align="justify">No obstante, con la llegada de la modernidad todo esto cambia, ya que supone la introducción de las mujeres en la individualidad. Ellas, eso sí, construyen su individualidad de manera distinta porque no cuentan con el apoyo emocional de nadie y al mismo tiempo no dejan de prestar atención al mundo de las relaciones y a los vínculos con el grupo. </p><p align="justify">"Así -argumentó-, las mujeres construyen la identidad de una forma contradictoria. Porque por un lado desarrollamos todos los rasgos de la individualidad pero por otro lado desarrollamos todos los rasgos de las relaciones, de las emociones".</p><p align="justify">La investigadora aseguró que los hombres desarrollan la individualidad de una forma consciente y la vinculación con el grupo de una forma inconsciente. Mientras que las mujeres desarrollan de forma consciente las dos partes. </p><p align="justify">Pese a esta contradicción -dijo-, "la identidad de las mujeres es más potente porque reconoce lo real: la necesidad del grupo, de vínculos humanos y de emociones". </p><p align="justify">En este nuevo escenario -explicó- hay hombres que empiezan a reconocer la necesidad de las emociones y de los vínculos. "Entonces comienzan a experimentar este modo de identidad que están desarrollando las mujeres también, que es una identidad contradictoria pero al mismo tiempo mucho más sana", finalizó. </p>