El 20 de febrero, en un hito mundial, la NASA anunció en una conferencia que se había descubierto un sistema solar nuevo. Este sistema cuenta con siete planetas que giran en torno a una estrella enana roja TRAPPIST-1 ubicada a 40 años luz de la Tierra. Ello fue posible de descubrir gracias a los telescopios administrados por el Observatorio Austral Europeo (ESO) TRAPPIST-South y VLT, ubicados en el desierto de Atacama en Chile y un telescopio espacial de NASA Spitzer.
Lo relevante de esta noticia científica es que de estos planetas tres están en una zona habitable con tamaños similares a la Tierra y pudieran contar con elementos necesarios para la existencia de la vida, en especial agua en estado líquido.
El profesor Mauricio Henríquez de la Escuela de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt, líder del Grupo de Robótica R. E. A. L. Group, director del Laboratorio de Estudios Espaciales UACh, quien realiza actualmente un Doctorado de Ingeniería Industrial en la Universidad de Auburn, Alabama, Estados Unidos, y trabaja en un proyecto de NASA desde su universidad respecto al aseguramiento de calidad en misiones espaciales AAQ, se refirió a este importante descubrimiento y adelantó algunas informaciones conocidas ya en el mundo científico.
Los medios de comunicación han difundido el tema con algo de sensacionalismo, frente a la posible vida en estos planetas. ¿Cómo se ve desde el mundo científico?
La verdad es que es un hallazgo importante, desde siempre la humanidad se ha preguntado si estamos solos en el universo, creo que ya nos damos cuenta que naves espaciales como las acostumbradas por Hollywood no parecen estar dentro de lo razonable. Por más que observamos el Universo no vemos señales de vida artificial de ningún tipo y si bien todavía no podemos descartar vida inteligente fuera de nuestro planeta, sin duda parece menos común de lo que nos gustaría creer. Entonces nos cabe la pregunta, ¿existe entonces vida más simple?, ¿qué tan probable es la vida en sí, por básica que sea?
Eso nos complica bastante el panorama, porque si no nos van a venir a visitar, entonces tenemos nosotros que salir a explorar, y nuestras propias naves espaciales también son por ahora terreno de la ciencia ficción, por lo tanto, nuestras posibilidades de investigar estas preguntas son complejas y limitadas.
Chile es un país de cielos privilegiados que permitió se concretara este hallazgo, eso nos ubica en un lugar importante de la Tierra como ventana a descubrir vida en otros planetas. ¿Cómo podemos observar más ahora?
En Chile se pudo detectar el sistema con algunos de los planetas y luego de diversas observaciones con otros telescopios e instrumentos se confirmaron los 7 actuales. Es tremendamente interesante por el tipo de estrella, su plano de orientación y tamaño, lo que hace al sistema ideal para ser estudiado, pero no solo por ser posible «detectar planetas», eso ya se había hecho antes, sino que por las características del sistema podremos pronto y me refiero desde ya mismo comenzar a explorar la atmósfera de esos planetas.
Estamos todavía un poco lejos de poder precisar todos los gases que podrían componer sus atmósferas, pero si al menos descartar algunos, lo que ya ha permitido precisar que por ejemplo no son planetas gaseosos ni tampoco pequeños terrestres cubiertos por grandes masas de gas, todo lo contrario, cada vez más se parecen a la Tierra, incluso la relación de masas podría dar indicios si poseen agua líquida.
Instrumentos que se lanzan desde el próximo año 2018 como el telescopio espacial James Webb, podrán ayudar a precisar los gases que existen en sus atmósferas, sabemos qué gases se emiten como procesos biológicos diferentes de los procesos geológicos, así que si detectamos esa “huella de gases” sabremos con certeza bastante alta qué vida, al menos como la conocemos, existe al menos de forma básica en esos planetas (podría ser incluso solo unicelular o bacteriana).
¿Nuestra generación podría recibir una noticia tan importante o falta mucho tiempo para tener novedades?
Lo más increíble es que ya no es ciencia ficción, en los próximos años (hablo menos de 1 o 2 décadas) podremos decir con cierta certeza si hay vida ahí o en otros mundos, nunca antes en la historia de la humanidad habíamos estado tan cerca de contestar la pregunta si estamos solos. Pero esto es más relevante aún, pues es un sistema de 7 planetas rocosos donde 3 de ellos están en la zona habitable “ricitos de oro”, es decir “ideal” para mantener agua líquida y temperatura para la formación de la vida. Si encontramos vida ahí, quiere decir que es muy común en el universo y que debemos salir a explorar (antes que “nos exploren” y porque sabremos que los recursos “se comparten”), pero si no hay, en un lugar donde debería ser tan probable, también nos dirá mucho sobre nuestro lugar en el Universo, significaría que la vida, incluso básica, es muy improbable, muy poco común, y por lo tanto aumenta la responsabilidad que tenemos de cuidarla en nuestro planeta Tierra. Nos ayudará en definitiva a responder la pregunta sobre nuestro lugar en el cosmos.
¿Qué tecnologías nos servirían en la actualidad para lograr descubrimientos como éstos?
Respecto a medios tecnológicos, los nuevos instrumentos que serán lanzados desde el próximo año (no necesariamente por este descubrimiento eran ya misiones planificadas) ayudarán a estudiar los gases de las atmósferas de esos planetas, las características del sistema planetario hacen ideal su estudio.
Por ahora nuestras posibilidades reales son solo observaciones indirectas, no se puede ni se podrá verlos directamente tan pronto, además están a 40 años luz, por lo tanto, incluso la luz demora 40 años en llegarnos desde allá. Vemos 40 años en el pasado de los planetas.
En particular NASA es el autor de los estudios que confirman los 7 planetas y otros datos, pero el camino está abierto para cualquier país o agencia para investigar, el mismo telescopio Webb tiene varios países participantes (y otros objetivos también obviamente), Europa tiene muchísima capacidad de observación también con los muchos instrumentos que tiene en el norte de Chile. Además, lo interesante es que todos estos instrumentos y observaciones no necesariamente «compiten», sino que se complementan, la comunidad científica comparte estos descubrimientos mediante la publicación y desde ahí se pueden mejorar o realizar otras mediciones o estudios, diferentes instrumentos tienen diferentes capacidades.
Hace un tiempo hubo un descubrimiento similar que también generó atención mundial sobre la posibilidad de vida.
En Alfa Centauri hay otro exoplaneta que se cree también esté en la zona habitable, al parecer una «súper tierra», bastante más grande que nuestro planeta, al parecer sería más gaseoso, pero no se sabe mucho todavía. Yuri Milner, un multi-millonario ruso, junto a Stephen Hawking y otros científicos, están desarrollando el proyecto StarShot, quieren desarrollar un nano-satélite que pese «gramos» y que sea impulsado por una vela solar o vela empujada por láser, esto último ya se ha probado con éxito en pequeñas sondas. La idea es que una sonda tan pequeña podría ser acelerada de esta forma y se podría enviar muchas sondas miniatura que siguieran acelerando. Así podrían llegar a Alfa Centauri en unos 20 años. Pasaría rápidamente simplemente tomando imágenes y otros datos desde sensores. Todavía está en diseño, pero es realista y totalmente factible incluso monetariamente hablando (para un millonario), podría ser en las próximas décadas nuestro primer intento real de una misión «interestelar».