* Vea columna publicada en diario Austral Región de Los Ríos.
El pasado 20 de abril, falleció en España el Director de Orquesta Agustín Cullell Teixidó (1928), quien fuera Director del Conservatorio de Música y Decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Austral de Chile, hasta su renuncia en septiembre de 1973. Como homenaje y testimonio de su vida, quisiera compartir los fragmentos más significativos de su carta enviada en 2016, con motivo de la reinauguración de la Sede del Conservatorio UACh.
“Cuando en 1965 el Rector Félix Martínez Bonati me ofreció dirigir a la distancia el incipiente desarrollo del Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile, nunca imaginé que en 1968, renunciaría a mi cargo de Titular en la Orquesta Filarmónica de Santiago, para trasladarme con mi familia a Valdivia y dedicarme exclusivamente a potenciar el progreso musical y artístico de la Facultad de Bellas Artes (…) A tal punto había llegado mi fascinación y entusiasmo por la nueva actividad, que no me detuve un momento para tomar esa trascendental decisión. A fines del año 1972 la Facultad contaba con 4 Departamentos: Instrumental y de Canto; Educación Musical; Teatro y Danza, con 34 profesores y 350 alumnos. Disponíamos de agrupaciones como la Orquesta de Cámara, el Coro UACh y un Cuarteto de Cuerdas. Además de una Temporada de Conciertos, que se repetían en ciudades y pueblos entre Temuco a Chiloé”, escribió.
“Aquellos fueron años inmemorables en toda mi trayectoria profesional. Sin embargo, el giro de los acontecimientos que tuvieron lugar tiempo después, desencadenaron la ruptura de lo que habíamos conseguido hasta ese instante… Fue demasiado profunda la huella que marcó en mi vida el paso por aquellas latitudes sureñas. Entre los años 1987 y 2006 viajé varias veces a Chile; ejercí durante 1991 a 1993 la Dirección Titular de la Sinfónica de Chile, pero deliberadamente nunca visité Valdivia. Con estas líneas puedo asegurar que se han reabierto las puertas de mi memoria y mi reconciliación con aquellos años históricos. Para mí es suficiente”, finalizó en su carta.
Lamentando su partida, también nos sentimos satisfechos de haberle permitido cerrar el periodo de su vida que le trajo a Valdivia en beneficio de la música, su labor aún perdura entre quienes trabajamos en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile.