*Los primeros informes, específicamente los referidos al análisis de factores productivos que pudiesen estar afectando la salud ambiental del sistema estuarial, estudios sanitario-toxicológico del cisne de cuello negro, y análisis de sedimento y agua, deberían ser entregados en diciembre por el equipo multidisciplinario de investigadores de la UACh.
En diciembre próximo, el equipo multidisciplinario de investigadores de la Universidad Austral de Chile (ver recuadro) debiera entregar los primeros informes preliminares en relación al “Estudio Sobre el Origen de Mortalidades y Disminución Poblacional de Aves Acuáticas en el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter, en la Provincia de Valdivia”, encargado por la Corporación Nacional del Medio Ambiente (CONAMA).
Así lo informaron esta mañana (16 de noviembre) en conferencia de prensa el Rector Carlos Amtmann y los investigadores a cargo del estudio, Dr. Eduardo Jaramillo (Ecólogo Acuático y Coordinador General del Estudio) y Dr. Roberto Schlatter (Ornitólogo), oportunidad en la que también estuvieron presentes el Vicerrector Académico, Andrés Iroumé, y el Director de Investigación y Desarrollo UACh, Dr. Oscar Balocchi, entidad que coordinó la formación del grupo de trabajo.
Durante el encuentro con la prensa las autoridades universitarias recordaron que la solicitud del estudio se formalizó con la visita que hiciera a Valdivia la Directora Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), Paulina Saball, el pasado 9 de noviembre. Según los términos de referencia, con este estudio se pretende determinar los factores de peligro que han provocado la disminución significativa del número de ejemplares de cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus) registrado en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter (parte de la reserva del río Cruces) y determinar el estado de salud del ecosistema de este sitio que, en 1981, fue incorporado en la lista de zonas húmedas de importancia internacional por la Convención de Ramsar (Convención Relativa a Humedales de Importancia Internacional), especialmente como hábitat de aves acuáticas y ratificado por el Estado Chile en 1980.
En este contexto, el Rector Carlos Amtmann señaló que, dentro de los principios de la Universidad Austral de Chile está el compromiso con el entorno y con las riquezas naturales, y que la disminución del cisne de cuello negro que se ha registrado en el último tiempo es algo que preocupa a la sociedad en su conjunto y ante lo cual, la Universidad contribuirá en lo que le compete, es decir mediante el conocimiento y la investigación.
“La Universidad Austral de Chile está preocupada por la muerte de los cisnes y por tanto nuestro capital humano y científico trabaja arduamente, a través del conocimiento y la investigación, considerando la importancia que para nuestra Universidad tiene el impulso del desarrollo teniendo presente los criterios de sustentabilidad”, expresó.
Por su parte, el Dr. Eduardo Jaramillo informó que, el 10 de noviembre se inició el estudio para el cual se requerirá analizar una treintena de cisnes de cuello negro como parte de la muestra. Dentro de los términos de referencia acordados para el estudio –agregó- se contemplan las potenciales fuentes contaminantes directas y difusas que pudiesen afectar al Santuario de la Naturaleza; realizar estudios ecológico-poblacionales del cisne de cuello negro y de otras aves acuáticas y de sus principales ítemes alimentarios, comparándolos con estudios bases ya realizados.
Igualmente, determinar si la mortalidad de la avifauna local se debe a aspectos de índole sanitario y/o toxicológicos; analizar la principal fuente de alimento de la avifauna local (luchecillo); y determinar el estado ambiental del santuario, a través de estudios de calidad de agua y sedimentos, incluyendo características físicas, químicas y biológicas.
Consultado por las primeras indagaciones realizada en diversos sectores del Santuario así como el análisis de algunos ejemplares de este tipo de cisnes, el Dr. Jaramillo indicó que el río Cruces es un estuario y existe influencia en las mareas, “por tanto, las seis muestras que ordenó el SAG son puntuales en el tiempo y nosotros tenemos pensado efectuar un muestreo mínimo de 26 horas seguidas para poder incluir toda la influencia mareal en la variabilidad de un determinado tóxico y/o componente”, sostuvo el científico.
En tanto, el Dr. Roberto Schlatter agregó que, los cisnes al igual que las aves herbívoras como las taguas emigran hacia otros sectores acomodándose en otras aguas marinas y humedales y adaptándose a la comida que existe en el lugar. “De hecho la mayor parte, casi el 80 por ciento de nuestra población de cisnes, ha emigrado a otras partes. Aunque ha habido información sobre desnutrición de estas aves, queremos aprovechar esta ocasión para hacer un llamado a la ciudadanía a no tomar los cisnes ni a alimentarlos artificialmente, lo que está prohibido según legislación actual del Servicio Agrícola y Ganadero”, mencionó el profesional.
Considerando que, el catastro de la CONAF estimaba una población de cisnes de cuello negro de entre 5 a 6 mil ejemplares, las prospecciones preliminares realizadas por científicos de la UACh a fines de octubre recién pasado revelaron una notoria disminución, cercana a la mitad de ejemplares en el cauce del Santuario. Igualmente, se ha detectado una disminución de la principal fuente de alimentación de estas aves, conocida como luchecillo.