El contacto con la naturaleza y conocer ecosistemas diferentes al de la Región de Los Ríos es una oportunidad significativa para los y las estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, quienes en quinto año realizan una gira de estudios.
Esta actividad, a la cual asistieron 50 estudiantes, se efectuó durante marzo y estuvo a cargo del académico Dr. Cristian Montalva y la profesora colaboradora Dra. Ángela Bustos.
El Dr. Montalva informó que se visitaron cinco sitios, entre los que se encuentra la Reserva Los Altos de Cantillana, una zona donde se conoció un tipo forestal totalmente distinto al de nuestra región. En esta reserva privada, los y las estudiantes asistieron a una charla e hicieron un recorrido, luego de lo cual hubo una instancia para compartir, hacer preguntas y dinámicas de grupo.
También tuvieron la oportunidad de visitar dos viñedos orgánicos -Conosur y Emiliana-, donde vieron el proceso y los lugares donde producen el vino. La Reserva de Altos de Lircay y el refugio de conservación Biota Maule fueron otros sitios interesantes, donde la misma comunidad ofreció una ruta guiada y explicó al grupo de la UACh los principales hitos del sendero.
Hacia el norte, un aspecto que impactó fue observar la laguna de Aculeo totalmente seca. “Ver esta situación provocó que los jóvenes tomaran conciencia por un uso más responsable del agua y querer preservar lo que tenemos”, indicó el académico.
Testimonio de estudiantes
El transecto de la gira permitió observar cómo va cambiando el paisaje a medida que se alejaban de las zonas más cálidas hacia el sur. “En el Parque Rucamanque, cerca de Temuco, existe un bosque remanente. Desde aquí antes se extraía agua, por lo que es un sitio muy importante de conservación. A mí me sorprendió mucho porque soy de Temuco y nunca había visto ese lugar, que es muy parecido a la selva valdiviana. Es impactante el cambio vegetacional que se observa al pasar por zonas secas y luego llegar a Temuco”, opinó la estudiante Javiera Manríquez.
Jennyfer Antilao, en tanto, destacó que la gira “es la oportunidad que se nos ofrece de conocer otros ecosistemas a los que usualmente estamos acostumbrados, que es el sur. Con respecto a lo que fue nuestra gira, desde la Reserva de Cantillana hasta Rucamanque, personalmente creo que fue un contraste de realidades tanto en el paisaje como en el vivir de las personas en el territorio. Poder escuchar las experiencias de quienes nos recibieron y el cómo están trabajando fue un enriquecimiento a nivel personal y profesional, y nos da cuenta de que, de cierto modo, no todo está perdido y que por sobre todo se necesita un trabajo más presente en y con las comunidades”.
El contacto con las personas ligadas de distintas formas a la naturaleza en cada uno de los sitios que visitaron es algo que el estudiante Dagoberto Aránguiz también resaltó de esta actividad. «Fue una de las mejores experiencias que tuve en mi formación profesional. Destaco la oportunidad de compartir con compañeres de regiones australes en el bosque esclerófilo y las dudas que surgen de la inexperiencia. Destaco también la oportunidad de experimentar la conservación desde perspectivas humanas, consistentes y adaptables con profesionales dedicados y experimentados en el ecoturismo, bio-producción, conservación y educación”, afirmó Dagoberto.
Agregó que fue significativo “conocer el programa de bio-integración presentado por el profesor Luis Valladares y los hitos que ha marcado en la historia educacional/ambiental e inclusión chilena. Considero que el principal aporte a mi formación profesional fue perspectiva. La historia de los lugares visitados, métodos productivos, estrategias de marketing, desafíos, educación, me permitieron cuestionarme qué es la conservación y cómo utilizar el concepto para evolucionar en el desarrollo local y planificación territorial, con foco en la inclusión y gestión de recursos”.