Un numeroso grupo familiar del tradicional barrio de Beneficencia en Valdivia, está próximo a ver cumplido su sueño de mejoramiento de sus viviendas a través de un extenso trabajo de intervención social liderado por un equipo de la Carrera de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile, gracias al financiamiento del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a través de FOSIS Los Ríos.
Se trata de un equipo formado por los estudiantes, Cristóbal Gallardo, Gonzalo Vera y el estudiante de título Marcelo Miranda, liderados por la docente del Instituto de Arquitectura y Urbanismo UACh Carolina Sepúlveda y acompañados por la profesional del FOSIS Los Ríos Mackarena Faundez como ATE (Apoyo Técnico Especializado), cuyo rol ella es guiar y apoyar al equipo ejecutivo, además de la asistente social Barbara Godoy y María Francisca Fica como apoyo técnico social.
Los estudiantes, profesionales y docentes, se encuentran actualmente ejecutando el Programa de Habitabilidad junto a FOSIS, que busca mejorar la calidad de vida en las viviendas en situación de vulnerabilidad y/o pobreza, potenciando sus habilidades y oportunidades, realizando mejoras físicas a la vivienda y el entorno cercano y fortaleciendo hábitos saludables relacionados al cuidado de la vivienda.
En el marco de este convenio entre UACh y FOSIS Los Ríos, comenzaron un extenso trabajo junto al núcleo familiar distribuido en cuatro viviendas que gracias a este programa han sido apoyados en el diagnóstico integral de los inmuebles y sus propuestas de mejora, lo que finalmente se traducirá en la ejecución del proyecto de título del estudiante UACh Marcelo Miranda “Conjunto Habitacional Pequeño Condominio Beneficencia”.
De esta forma, el núcleo familiar donde existen adultos mayores, estudiantes y niños podrá ver renovadas sus viviendas en el mismo lugar donde crecieron, conectados con su entorno caracterizado por la cercanía a un humedal y sin romper la cercanía familiar entre ellos.
Quien lidera al grupo familiar en este proceso, es Nayameth Arteaga Munizaga, madre de tres hijos y emprendedora, para quien mejorar el espacio de vida privada y potenciar la vida familiar es parte de los principales beneficios que este proyecto traerá para ellos.
“Como familia solo podemos agradecer todo lo que los estudiantes de Arquitectura han logrado, la perseverancia de todo el equipo profesional que los guía y la ayuda que hemos tenido para entender todo el proceso técnico. Han sido conscientes y muy inclusivos para explicarnos todo y para aplicar los cambios que como familia hemos solicitado y que hoy está reflejado en un proyecto fantástico para nosotros porque nos va a cambiar la calidad de vida, sobre todo manteniéndonos en el lugar donde hemos vivido siempre” señala.
Así también lo destaca el hermano de Nayameth, Felipe Arteaga actual estudiante universitario y trabajador part time: “Esto para nosotros es un sueño, sobre todo porque el proyecto incluye continuar conviviendo juntos sin romper el núcleo, lo que demuestra el enfoque humano que tiene. Ellos han sabido entender las necesidades de nosotros y se han adaptado a las posibilidades dentro de nuestro terreno que convive con un humedal”.
El estudiante de título de Arquitectura UACh Marcelo Miranda agregó por su parte: “Este es un proyecto de título que se hará realidad. Al principio fue dificultoso por la gran pendiente del terreno y también por cómo termina en un humedal, por lo que tuvo varias actualizaciones respecto a los requerimientos de la familia. En mi caso este trabajo se caracterizó por cómo me mantuvo motivado en el tema de la vivienda social, sobre todo para sacar el estigma de que este tipo de viviendas son malas. Implicó un desafío para que cumpla ciertos parámetros, por lo que será muy satisfactorio verlo convertido en realidad”.
María Francisca Ficca, quien es el apoyo técnico social del equipo, destacó también el rol de los estudiantes de Arquitectura UACh agregando: “Ellos han sabido entender y conectar con la familias y su deseo de mejorar sus casas que estaban altamente deterioradas y es muy gratificante ver la amplia conexión social que ellos han demostrado”.
El desafío según los docentes de Arquitectura UACh
Para el Director de la Escuela de Arquitectura UACh Emil Osorio Schmied el grupo de estudiantes que ha participado en el proyecto ha puesto en práctica los aprendizajes logrados en sus asignaturas de taller y teóricas, pero también a partir de sus prácticas. “Ellos han consolidado su perfil como profesionales con un sólido compromiso con la calidad de vida de las comunidades con las que trabajan, que incluye el rigor disciplinar con una probada conciencia social”.
Respecto de los resultados, el Director de Escuela agregó: “Han podido gestar soluciones integrales para diversas familias, integrando equipos académicos y profesionales en terreno. Por último, han refrendado la pregunta sobre el rol de las universidades frente a la contingencia, en este caso, la realidad de los campamentos en Chile, en donde la generación de conocimiento no llega a tiempo para abordar la problemática de la falta de vivienda, y en donde el Estado puede mirar a las Escuelas de Arquitectura como aliadas en la búsqueda de respuestas concretas a las carencias espaciales asociadas a la pobreza”.
La docente del Instituto de Arquitectura y Urbanismo UACh y responsable del proyecto Carolina Sepúlveda, valoró el largo proceso que ha involucrado este trabajo multidisciplinario, indicando “Una de las razones del éxito del proyecto y de haber trabajado tan exitosamente en él con nuestros estudiantes, es que la malla de la carrera y el perfil de egreso es fuerte en términos sociales. Trabajar con la comunidad y que se genere una inmersión en las problemáticas sociales implica el desafío de que sean capaces de integrarlas al diseño arquitectónico y al diagnóstico de las estructuras y eso ha estado muy bien logrado. Nos enorgullece ver la autonomía de los estudiantes para trabajar con familias vulnerables”.
Para la académica el principal desafío está ahora en “lograr que nuestras prácticas tengan mayor conexión con las comunidades reales y donde él o la profesional arquitecto se transforme en un actor clave en la toma de decisiones de diseño a partir de lo que ve, observa y recoge en las comunidades y las familias. Luego de eso, otro gran desafío es lograr transferencia, es decir, que de todos los proyectos, investigaciones o trabajos de taller que realizamos, que muchas veces son encargos para dar soluciones sociales, se puedan transferir soluciones reales a la comunidad y no queden solo en la academia”.
Sobre el programa
El Programa de Habitabilidad que consiste en la generación de diagnósticos sociales y constructivos a 12 familias que están dentro del 40% más pobre del país, para la generación de propuestas de mejoramiento habitacional e intervenciones sociales.
Este programa potencia las posibilidades y oportunidades, inclusión e integración social de las familias y personas, a partir de soluciones que contribuyen a mejorar su calidad de vida, en su dimensión de habitabilidad.
Actualmente, en este proyecto la Escuela de Arquitectura ha logrado vincular otros financiamientos en beneficio de las familias involucradas, logrando un incremento de inversión en forma de subsidios de distintas características a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo generando gran impacto en la mejora de calidad de vida de muchas familias.