La acumulación de ácido D-láctico proveniente de la acidosis ruminal estimula unas células de las articulaciones de los bovinos denominadas sinoviocitos, produciendo una serie de mediadores inflamatorios que contribuyen a la presentación de cojeras.
Este es el reciente hallazgo de investigadores de la Universidad Austral de Chile, quienes analizaron mecanismos moleculares y factores proinflamatorios derivados del trastorno alimentario que provocan dietas altas en carbohidratos en rumiantes.
“El ácido D-láctico es producido por bacterias ruminales que se incrementan dramáticamente durante trastornos fermentativos y que conlleva la presentación de acidosis y la aparición de procesos inflamatorios”, aseguró el Dr. Rafael Burgos, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias que lidera la investigación.
El experto explicó que producto de las alteraciones metabólicas originadas por el mal manejo de dietas ricas en carbohidratos, se originan procesos inflamatorios dolorosos como cojeras que alteran el bienestar de los animales.
Por este motivo, el Dr. Burgos señaló que es indispensable propiciar un adecuado balance nutricional energético, ya que al producirse un aumento de la ingesta de estos alimentos, inmediatamente se afectarán los procesos digestivos y productivos, generando la aparición de acidosis ruminal y cojeras. “Un animal con dolor no va a producir, entonces, finalmente la mayor sobrecarga energética en estos animales conllevará a un efecto productivo perjudicial”, subrayó.
Investigación
En la investigación, financiada gracias a la adjudicación de recursos de FONDECYT, los investigadores estudiaron las articulaciones de los animales, específicamente la membrana sinovial y los sinoviocitos, células específicas que reaccionan en procesos inflamatorios.
“Pudimos demostrar que el ácido D-láctico proveniente del proceso de acidosis metabólica ingresará a la célula sinovial, a través de un transportador específico, estimulando la síntesis de proteínas que producirán la inflamación y la migración de leucocitos, en particular las interleuquinas 6 y 8. Observamos que el ácido D-láctico se acumula en la articulación de los animales con acidosis, y produce en las células sinoviales un cambio en el metabolismo, activando diversos factores de transcripción, que favorecerán la glicolisis como principal mecanismo para la obtención de energía”, detalló el académico.
Gracias a los resultados obtenidos en el estudio, se abre la posibilidad de investigar potenciales fármacos que puedan reducir estos efectos a nivel articular, y así desarrollar nuevas estrategias terapéuticas, dirigidas a la especie bovina que selectivamente reduzcan el proceso inflamatorio y la presentación de cojeras.
“Lo que buscamos es dar una respuesta más eficaz del punto de vista terapéutico para el control de la inflamación y el dolor en animales afectados por acidosis ruminal. En la actualidad, si bien se usan antiinflamatorios no esteroidales, su eficacia en la reducción el dolor en cojeras y así, mejorar las condiciones de los animales de producción es controversial”, agregó el académico.
Bienestar animal
Para el académico de la UACh, el bienestar animal cumple un rol fundamental en el manejo productivo de sistemas intensivos. La información obtenida en su investigación enfatiza la necesidad de cautelar un buen manejo de la dieta y del metabolismo ruminal, para que se logre un estado de bienestar, que contribuya a expresar el potencial productivo.
“Nuestra investigación demuestra que los animales con acidosis ruminal presentan sinovitis con abundante cantidad de marcadores inflamatorios y leucocitos en las articulaciones, además de la presentación de cojeras, que en conjunto producen un detrimento de su bienestar. Hoy sabemos que los bovinos que sufren trastornos metabólicos manifestarán no sólo en la pezuña afecciones inflamatorias, sino que, además, de manera muy intensa a nivel articular”, insistió.
Por este motivo, los productores deben considerar que el aumento de ácido D-láctico es un factor riegos de potenciales lesiones articulares. “El equilibrio entre el manejo de dietas con alto nivel energético y la generación de trastornos metabólicos es uno de los grandes desafíos que afectan la salud animal y los rendimientos productivos en estos animales”, concluyó el investigador.