El invierno se acerca y hay que extremar las medidas de manejo. Dar las condiciones adecuadas para el preparto no es fácil y, de acuerdo a una investigación realizada en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile (UACh) –la cual fue recientemente publicada en la prestigiosa revista científica Journal of Diary Science-, queda clara la importancia de entregar buenas condiciones de un área protegida o refugio a las vacas durante el periodo de preparto.
Esto lo explica la Dra. Pilar Sepúlveda, académica del Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias de la UACh e integrante del Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, quien lideró la investigación financiada gracias a recursos Fondecyt.
En ella analizó y cuantificó el efecto que tiene la exposición de las vacas preparto a condiciones invernales de lluvia, humedad y barro, una situación que ocurre con frecuencia en el sur de Chile en esta época.
“El estudio tenía como objetivo determinar el efecto de la exposición a condiciones climáticas invernales sobe las respuestas conductuales y fisiológicas de vacas lecheras e preparto con y sin acceso a un refugio”, explicó la Dra. Sepúlveda.
En la investigación, la cual se llevó a cabo en la Estación Experimental Agropecuaria Austral de la UACh durante la temporada de invierno, las vacas prepartos fueron alojadas en potreros desprovistos de pradera o de “sacrificio”, de esos que son muy comunes de ver acá en la zona sur.
A un grupo de vacas se le otorgó la opción de utilizar libremente un refugio artificial y a otro no. El refugio consistía en una estructura de metal, con tres paredes laterales, techo y cama de viruta, a la cual las vacas podían entrar libremente.
Uno de los temas que encontró el estudio, que analizó las últimas tres semanas previas al parto y bajo la exposición a condiciones críticas en el sur de Chile, es que es muy atractivo para las vacas tener el acceso a un área que las proteja de las inclemencias climáticas.
El refugio, dice la Dra. Sepúlveda, es un recurso importante para las vacas.
“Observamos que las vacas tienen una gran motivación para utilizar un refugio o área protegida cuando se les da la oportunidad, ya que el grupo que tenía acceso a refugio pasó más de la mitad del día dentro de éste. Además, su uso fue principalmente para descansar, ya que más del 70% del tiempo las vacas permanecían echadas dentro del refugio”.
Cuantificado
Ese resultado fue muy interesante, ya que al cuantificarlo se dieron cuenta que las vacas con acceso a refugio se echaron en promedio, tres horas al día más que las vacas que no tenían acceso, “lo que nos indica el gran grado de comodidad que les bridó el tener un lugar protegido del viento y la lluvia para descansar”.
Interesante también fue determinar que las vacas que no pudieron acceder a un refugio durante el invierno movilizaron mayor cantidad de tejido graso (NEFA).
Esto, puede indicar que la exposición de las vacas a condiciones invernales como la lluvia y barro, les significan un mayor costo energético. “Este hallazgo también ha sido reportado en la literatura con ganado de carne o vacas en lactancia, pero es la primera vez que se reporta en vacas que están prontas a parir y donde cualquier desbalance que ocurra o afecte al metabolismo energético tiene un impacto mayor sobre la salud y producción futura”, remarca la investigadora.
Ingesta de alimentos
¿Qué pasó con la ingesta de alimentos? Si bien las vacas de ambos grupos, con y sin refugio, consumieron la totalidad de la ración, la deferencia estuvo en el tiempo destinado a alimentarse.
Las que tenían refugio, salían de éste, comían afuera rápido y luego volvían a guarecerse. En cambio, las que no lo tenían, pasaron mayor tiempo cerca del comedero y consumieron el alimento en un tiempo mucho mayor.
Entre los beneficios que se evidenciaron al otorgarles refugio a las vacas dentro del potrero, están que la vaca puede expresar su conducta de descanso, la cual es de gran importancia para esta especie.
En términos de balance energético, se registró una menor movilización de reserves corporales, lo que incidió en menos enfermedades clínicas postparto y, además, los vacas permanecieron más limpias o pesor de estar expuestas al barro y humedad del potrero.
«Nosotros combiné determinamos que, luego del parto y durante las primeras tres semanas postparto, vacas que tuvieron acceso a refugio durante el periodo preparto presentaron uno menor incidencia de enfermedades clínicas como fiebre de leche, metritis, mastitis o cojeras comparado con vacas sin acceso a refugio», comentó la experta.
Un indicador estuvo en la medición de haptoglobina, uno proteína que está en bajas concentraciones en animales sanos y generalmente se detecta cuando el animal está cursando un proceso inflamatorio asociado a alguna enfermedad subclínica. En las vacas que no tenían acceso a refugio, la concentración fue mucho más alto luego del parto.
Repensar
La Dra. Sepúlveda remarcó que los inviernos sureños pueden ser complicados. Por eso, dice, es momento de repensar el mantener a vacas en potreros de sacrificio, procurar otorgarles áreas que les permitan guarecerse de la lluvia, así como también superficies secos y limpias para que puedan echarse y descansar.
“Es importante mejorar el bienestar de las vacas durante el periodo preparto, sabemos que el barro es aversivo para ellas, no sólo porque afecta negativamente su comportamiento de descanso, sino porque también afecta su salud. En este trabajo nosotros expusimos a las vacas a condiciones moderadas de barro, pero sabemos que durante los meses de julio y agosto existe el riesgo que la cantidad de barro que se acumule sea mucho mayor. No tenemos que olvidar que son vacas prontas a parir, y donde se pone en juego la producción futura. Una vaca preparto requiere atención y si bien, en estudio cuantificamos enfermedades clínicas luego del parto y no litros de leche, no hay duda que una vaca enferma produce menos leche”. Sostuvo.
Dra. Pilar Sepúlveda, académica del Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias UACh
Este trabajo es parte de la tesis doctoral del estudiante de la Escuela de Graduados de lo Facultad de Ciencias Veterinarias, Daniel Cartes, y donde también participó la Dra. Ana Strappini, miembro del Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero.
Este estudio es parte de un proyecto más grande que está enfocado a determinar cómo las diferentes prácticas de manejo afectan el bienestar de las vacas durante el periodo de transición en predios del sur de Chile.
En un segundo estudio junto a la estudiante de doctorado, Fabiola Matamala, evaluarán el efecto de la exposición a condiciones invernales al momento del parto, tanto en la salud y bienestar de la vaca como en la del ternero.
“Es importante que nuestra investigación sea capaz de otorgar evidencia objetiva y clara, pero a su vez bajarla a terreno, a la práctica, para que de esta manera pueda orientar a los productores a tomar decisiones basadas en evidencia científica y que apunten a mejorar el bienestar de sus animales”, planteó la académica.