Evaluar los efectos del megaincendio de 2017 que afectó a los bosques de hualo en la Cordillera de la Costa de la Región del Maule fue un desafío para la bióloga Nicole Burger Acevedo, que le permitió ampliar la perspectiva para comprender ciertos procesos ecológicos, lo cual considera necesario para trabajar por la conservación de ecosistemas vulnerables.
Su investigación «Efectos del megaincendio ‘Las Máquinas’ del 2017 en bosques fragmentados de Nothofagus glauca en la región del Maule» fue desarrollada en el marco del programa de Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente que imparte la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, y con la cual ha finalizado esta etapa luego de la presentación que realizó vía online el pasado martes 27 de octubre.
“Me siento muy contenta por el término de este proceso. Sin duda fue un desafío desarrollar una investigación en una escala espacial diferente a la que estaba acostumbrada”, expresó.
Ecosistemas vulnerables
Los bosques de hualo en la Cordillera de la Costa son ecosistemas vulnerables que históricamente se han fragmentado y degradado por acción humana. “En las últimas décadas, su superficie se ha reducido y fragmentado en pequeños parches, los que se encuentran rodeados principalmente por plantaciones forestales de Pinus radiata, especie catalogada como invasora y que ha colonizado espacios abiertos en estos bosques nativos degradados. Los incendios del 2017 afectaron el 34% de la superficie total de estos bosques, y en el caso de los bosques de hualo afectados por el incendio ‘Las Máquinas’, el 46% se quemó con alta severidad”, afirmó Nicole Burger.
Teniendo en cuenta este escenario, su principal objetivo fue evaluar el efecto de dicho megaincendio sobre estos bosques fragmentados, caracterizando espacialmente los parches de bosque nativo a una escala de paisaje, y evaluando la respuesta de la vegetación tras el megaincendio en un parche de bosque nativo quemado con alta severidad.
La bióloga explica que el hualo es una especie que ha mostrado gran capacidad para recuperarse tras incendios. “Individuos adultos resisten gracias a su gruesa corteza, y árboles jóvenes pueden rebrotar incluso desde tocones”, señaló. Sin embargo, en este caso, la evolución favorable de esta especie se ve particularmente amenazada. “La dinámica de recuperación de estos ecosistemas tras el megaincendio, considerando la recuperación de distintas especies, se encuentra determinada por la presencia de individuos adultos de pino, establecidos décadas atrás, y cuya regeneración se ha visto favorecida por el megaincendio, donde se liberaron grandes densidades de semillas. Estas semillas se establecieron rápidamente, alcanzando 1,5 metros a dos años del megaincendio, y densidades de hasta 300 mil plántulas por hectárea. Si bien estos bosques son predominantemente renovales, individuos adultos de hualo, que se localizan en quebradas, han sobrevivido al megaincendio, zonas donde otras especies nativas como litre, peumo o boldo han rebrotado”.
El estudio de Nicole Burger ha concluido con información relevante en cuanto al estado de los bosques de hualo en la zona afectada, que pone en alerta la urgente necesidad de toma de decisiones en este sentido. “La principal conclusión de esta tesis es que los bosques de hualo afectados en el megaincendio del 2017 se encuentran en una alarmante condición de vulnerabilidad, por la reducción y fragmentación de su superficie, y la invasión de Pinus radiata facilitada por el megaincendio. Esta condición debe impulsar el desarrollo de planes de monitoreo y restauración, que busquen la protección de diversidad biológica única y de importantes funciones ecosistémicas”, afirmó.