El profesional del Departamento de Pesca Artesanal del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), Manuel Martínez, visitó la comuna de Melinka con el fin de observar en terreno los avances de los trabajos ejecutados en el marco de los programas desarrollados con recursos de zonas contiguas del año 2009 y percibir la impresión de los pescadores artesanales beneficiados con estas iniciativas.
Martinez señaló que los pescadores artesanales se manifestaron satisfechos con el resultado de estas iniciativas que se encuentran en etapa de finalización y que beneficiaron a ocho organizaciones de la zona. “Se ejecutó un programa de reparación de 77 embarcaciones donde cerca de 112 pescadores artesanales fueron favorecidos. Este proyecto fue muy bien evaluado por los pescadores, además, es importante destacar, que el dinero que se ocupó para financiar esta iniciativa quedó en la comuna, ya que la contratación de mano de obra y la compra de materiales se realizó en la localidad”, explicó.
Por otro lado, se está ejecutando también, un proyecto que busca impulsar la diversificación extractiva a través de la incorporación de artes y aparejos que posibiliten la explotación de nuevos recursos para la localidad de las Guaitecas. “Consiste en la construcción y entrega de trampas, redes y espíneles a las organizaciones para efectuar una diversificación extractiva de recursos en esta zona. Además, se realizó también, un monitoreo y evaluación de los bancos naturales de erizo, luga y culengue (recursos históricos) que contó con el apoyo y experiencia de las organizaciones de pescadores agrupadas en la Federación de Pescadores Artesanales de las Guaitecas”, agregó.
Otra iniciativa importante que se está desarrollando para los pescadores artesanales, es la implementación de un galpón multipropósito para secar algas y aumentar el valor de este producto u ocuparlo para los fines que la organización estime conveniente. “Es significativo recordar que se realizó una experiencia piloto de operación de una planta donde se procesó erizo y jaibas, económicamente no fue muy rentable debido a numerosos factores, pero se cumplió con el objetivo principal, que consistía en generar experiencia y competencias en el desarrollo de este nuevo emprendimiento”.
Para concluir, Martinez destacó que “el desarrollo de estos programas corresponden a una transición en la forma de ejecutar los fondos de zonas contiguas, anteriormente estos fondos no generaban un impacto directo en la economía insular, sólo llegaban equipos o materiales a las organizaciones de pescadores. Esta transición corresponde a una visión de más largo plazo y un proceso de maduración de las organizaciones de pescadores artesanales que han visto en el desarrollo de programas colectivos una alternativa para impulsar el sector pesquero artesanal y lógicamente la economía local”, finalizó.