«¿Una universidad para Valdivia? No. ¿Una Universidad para Chile? No. Una Universidad para el mundo» (Dr. Eduardo Morales Miranda). La frase del Rector fundador de la Universidad Austral de Chile se repite entre aulas y pasillos, en reuniones y anecdotarios, que reproducen la tradición de la bienvenida a una cultura del lugar, pero que se lanza hacia el mundo. Convivimos con ese punto lanzado al infinito en muchos recodos de nuestra cotidianidad que hemos llamado Valdivia y que nos sorprende con su rostro plagado de tradición y patrimonio, en cada ribera.
Esos escenarios constituyen patrimonio vivo de una comunidad amplia que se encuentra con sus tradiciones y que recibe a sus nuevas generaciones con la historia y el relato directo de la experiencia compartida. La comunidad que surge de esos momentos es una comunidad que se mira a sí misma, ya no sólo desde sus instituciones sino del intangible colectivo que es el lenguaje, aquel que sirve para decir gracias o bienvenido… dos palabras que necesitamos regalarnos muchas más veces. Estar en el mundo hoy es reconocernos en esas palabras que resuenan como lugares. El Patrimonio Vivo que se inspira en globales procesos de homenaje aquí se retoman desde la Universidad, desde la ciudad para el mundo, se reconocen los tesoros de la vida, el patrimonio vivo.
Este domingo 3 de abril de 2016 es un momento que nos hemos dado para compartir el reconocimiento a la Feria Fluvial de Valdivia. Así se le llama a este grupo humano que en el escenario histórico del cielo de colores, se reúne día tras día. Ese espacio de unos 80 metros de la ribera oriental del río Valdivia, fue declarado Zona Típica de la ciudad en el año 2009, y luego, el Consejo de Monumentos Nacionales le confirió en 2011 el Premio Conservación de Patrimonio. Recientemente pasó a formar parte del listado de 7 Tesoros del Patrimonio Cultural de Valdivia como parte de las iniciativas del programa de la Capital Americana de la Cultura Valdivia 2016. Este último reconocimiento lo comparte con otros lugares comunes, en especial con su río Valdivia que ubica a la feria en un complejo histórico de circulación de bienes y personas en torno a las comunidades ribereñas. Se estima que este río permitió intercambios entre los pueblos originarios incluso más allá de la presencia de los conquistadores externos. Este escenario de interculturalidad entrega valor a los bienes de la pesca pero también a la artesanía que llega todas las mañanas a ocupar el espacio tradicional.
El domingo 3 de abril de 2016, al mediodía, será otro momento especial para este lugar en el mundo, que imprime en la mirada del visitante y del vecino un color propio a las mañanas ribereñas. A nombre de los comerciantes y expositores cotidianos, el Sindicato de la Feria Fluvial recibirá de parte de la Universidad Austral de Chile el diploma de Patrimonio Vivo en una ceremonia abierta a toda la comunidad en el Torreón Los Canelos ubicado en Yungay con Bueras. Esta entrega es símbolo de la valoración amplia y transversal que una comunidad regional quiere hacer para que el mundo vuelva a mirar una vez más hacia este espacio. El acto, como es tradicional, se realizará en el marco de la finalización de temporada de otra feria que busca expresar el valor patrimonial de nuestras comunidades. La Feria de Antigüedades, diseño y arte de la Universidad Austral de Chile cerrará así una temporada de ampliación y diversificación de contenidos que la mantuvo todos los domingos en este espacio histórico.
Tales sincronías permiten a esta comunidad reencontrarse con lo permanente de su cultura, proyectar una mirada desde su lugar hacia el mundo y celebrar a sus tesoros humanos, vivos, perennes.