La creciente población de chinitas más grandes que las comunes, detectadas en diversos sectores de Valdivia se ha convertido en una preocupación para algunos habitantes de la zona. Se trata de la especie Harmonia axyridis más conocida como Chinita Arlequín que, actualmente, se encuentran buscando un lugar protegido para hibernar.
Refiriéndose a este problema, el Dr. Esteban Basoalto, Profesor del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile (UACh) aclaró que son una especie de origen asiático más molesta que peligrosa, que busca espacios protegidos como casas y oficinas en esta época.
Pero ¿cómo pueden haber llegado a Chile? Para el académico no está claro el origen de las poblaciones de H. axyridis en Chile, aunque en 1998 una raza no voladora fue introducida en La Cruz (Provincia de Quillota) desde Francia, para usarse como controlador biólogigo en invernaderos, esta especie no fue observada posteriormente en el área.
Sin embargo, agrega, que en 2003 fueron observados grandes numeros de individuos voladores asociados a áfidos de Álamos (Populus spp.) en Los Andes (Región de Valparaiso). “Éstos podrían haber sido accidentalmente introducidos desde Argentina, considerando que intencionalmente llegaron a Mendoza a finales de la decada del 90 y que se expandieron rápidamente, llegando en pocos años a Buenos Aires, siendo támbien observada incluso en Brasil” (Curitiba) (Grez et al, 2010).
Numerosas e impacto en cultivos
Estos insectos pueden resultar molestos por el número que logran congregar en un sector, ya que producen una feromona de agregación, que es una sustancia que atrae a otros individuos para que se reúnan más.
El Dr. Esteban Basoalto explicó que no representan riesgos para la salud, «es muy difícil que muerdan al ser humano, a menos que se trate de una persona muy alérgica, por lo que el tipo de daños es más bien cosmético ya que sus deposiciones, aunque pequeñas, generan manchas en muebles y muros».
No obstante, por ser depredadoras tienen impacto en otras poblaciones de insectos, «pueden causar daño a las chinitas nativas, desplazarlas y afectar su desarrollo. Esto ya que aunque se alimentan fundamentalmente de pulgones, además pueden depredar larvas de otras chinitas desplazando poblaciones locales y a otros controladores biológicos».
El profesor de la UACh, señaló que a nivel de cultivos, solo se han reportado daños potenciales por alimentación directa, aunque muy poco frecuentes, en frutos blandos.
En cambio, agregó- que los daños más probables serían los indirectos, especialmente daños cosmeticos por la alta agregación. Esto sería especialmente importante en frutales como las vides, que se cosechan tarde en la temporada y sus racimos pueden ser colonizados por la chinita; con un impacto directo en la calidad del vino producido con estos, debido a la contaminación con aromas y sabores indeseados (Grez et al, 2015).
Como actualmente- dijo- andan en búsqueda de un lugar protegido para hibernar, cuando las temperaturas bajen más por el invierno, entrarán en hibernación para nuevamente aparecer en primavera, época en la que se espera se desplacen hacia sectores abiertos y áreas agrícolas y rurales.
Recomendaciones
El entomólogo recomendó mantener puertas y ventanas cerradas, o conservarlas abiertas por lapsos muy breves en caso de ser necesario ventilar.
Si ya se encuentran al interior de oficinas y casas, se recomienda barrerlas y/o aplicar insecticida de uso doméstico. No es aconsejable matarlas aplastándolas ya que liberan un olor muy desagradable.
Reconocer a esta chinita es muy sencillo:
El adulto: Es una chinita muy grande, entre 6,5 y 8 mm, en comparación al común de los coccinélidos.
W o M: Tiene una W o M (dependiendo desde dónde se mire) negra sobre un fondo blanco en el pronoto (parte anterior del tórax). Sin embargo esta mancha no siempre está bien delimitada.
9 manchas negras: En cada élitro (ala endurecida que cubre el cuerpo), de color anaranjado a rojizo, se distinguen nueve puntos o manchas negras ordenadas en filas. No obstante, este número puede variar. Si bien esta es la forma más común en Chile, es posible encontrar algunas variedades en que domina el color negro.
La larva se diferencia de la de otras especies de coccinélidos en que posee grandes penachos naranjos y negros a lo largo de su cuerpo (ver imagen).
Hábitos: una de las características de esta especie que la hacen fácilmente reconocible es que los individuos adultos durante el otoño forman grandes agrupaciones al interior de hogares y otras construcciones. Los adultos y larvas son muy voraces, alimentándose principalmente de pulgones, pero también de otros insectos incluidas otras especies de chinitas.
Este artículo se basa en la publicación de la Dirección de Servicios “Especialista de la UACh llama a tomar medidas sobre plagas de chintas”.
Referencias
GREZ, Audrey; ZAVIEZO, Tania; GONZALEZ, Guillermo y ROTHMANN, Sergio. 2010. Harmonia axyridis in Chile: a new threat. Cienc. Inv. Agr. [online]. 37(3): 145-149. [citado 2015-05-11] Disponible en: . ISSN 0718-1620. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-16202010000300013.
GREZ, Audrey; ZAVIEZO, Tania y CAYUL, Isabel. 2015. Chinita arlequín (Harmonia axyridis) en Chile. Laboratorio de Ecología de Ambientes Fragmentados (LEAF) de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. [citado 2015-05-11]. Disponible en: www.chinita-arlequin.uchile.cl/.