Un estudio fue publicado en la Revista científica Proceedings of the National Academy of Science, PNAS, por un grupo de investigadores de la Universidad Austral de Chile, Universidad de Washington, Universidad de California y Universidad de Cambridge, entre otras.
Los científicos observaron que la intervención del hombre en el medio ambiente de animales y plantas, cambia las reglas del juego en que éstos se desenvuelven. “Las presiones selectivas han sido alteradas, y esto es lo que propicia respuestas, muchas veces inadvertidas, en la biología, conducta, forma, o fisiología de los organismos”, explica Cristian Correa, Profesor Adjunto del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh.
Es así como la modificación del hábitat, introducción de especies, (sobre) explotación de recursos, contaminación, fragmentación, el cambio climático o la creación de nuevos materiales han provocado una adaptación de ciertas especies. “Las lombrices en zonas urbanas han desarrollado tolerancia a metales pesados; los microbios, resistencia a antibióticos; y las plantas, resistencia a pesticidas. Los peces han modificado sus modos de vida. Por ejemplo, en el sur de Chile hay peces nativos que frente a la amenaza de peces introducidos como truchas y salmones, han cambiado su conducta y hábitos alimenticios”. Cristian Correa continúa y explica que la sobrepesca en el mar ha gatillado la evolución de reproducción temprana en el bacalao del Atlántico norte, y muy posiblemente efectos similares ocurren en especies chilenas también.
“Las ciudades se han convertido en océanos de cemento, donde algunas plantas sobreviven en pequeñas islas de tierra. Estas plantas, han cambiado a un modo de dispersión de sus semillas más local, para evitar que éstas caigan y mueran sobre el concreto”. El investigador advierte que si bien este estudio se enfoca en poblaciones viables, cabe recordar que muchos organismos no logran adaptarse y sobrevivir, y que, de hecho, hoy enfrentamos una severa crisis de extinción masiva de especies.
Metodología
El estudio se enfocó en un meta-análisis de cambios, de rasgos morfológicos, fisiológicos y conductuales, tales como tamaño, forma del organismo o de sus estructuras, fenología, tasas de crecimiento, etc. Se incluyeron animales y plantas de cuatro continentes (no se encontraron estudios adecuados para la Antárctica).
Los científicos recolectaron datos de cambios fenotípicos durante años, los que provienen de diversas fuentes y disciplinas, y cuya frecuencia ha aumentado junto con un cambio de paradigma, en el cual se deja atrás la noción de que la evolución en la naturaleza ocurre muy lentamente para dar paso a la idea de que procesos ecológicos y evolutivos van de la mano y pueden suceder mucho más rápidamente.