El Centro de Docencia en Ciencias Básicas para la Ingeniería es una unidad que presta servicios especializados de docencia en las áreas de matemática, física y química a las carreras que imparte la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile durante su ciclo de Bachillerato, que dura dos años. En 2018, la unidad detectó que había asignaturas del área de matemáticas en las que las y los estudiantes tenían mayores dificultades y así surgió la idea de prestarles apoyo con un reforzamiento más personalizado.
El reforzamiento inició bajo el nombre de tutorías en las que los estudiantes (tutores) orientaban y apoyaban a sus pares en las asignaturas de matemática en los cubículos del Edificio 9000 del Campus Miraflores. Esta labor era coordinada por el académico Julio Pizarro, del Centro de Docencia de Ciencias Básicas para la Ingeniería, quien actualmente dirige la Clínica de Matemática.
“En pandemia tomé un rol más activo con la atención de manera online. Luego, con el retorno a la presencialidad, definimos horarios de atención en salas. Posteriormente, para mantener una atención más continua nos trasladamos al edificio 8000. Hoy estamos en un espacio más amplio en el edificio 400 con el nombre de Clínica de Matemática, donde los alumnos pueden estudiar y solicitar la ayuda del profesor o de un compañero tutor a medida que la necesita”, explicó el académico.
¿Quiénes pueden participar? Los estudiantes de la FCI que estén cursando algunas de las siguientes asignaturas: Álgebra para Ingeniería, Geometría para Ingeniería, Cálculo en una Variable, Álgebra Lineal para Ingeniería, Cálculo en Varias Variables (plan común) y Ecuaciones Diferenciales para Ingeniería.
“El requisito principal para participar es la disposición de trabajar para aprender. La idea es motivar y orientar a los estudiantes para que tomen un rol más activo, de tal forma que sean responsables de su aprendizaje”, agregó el profesor.
¿Cómo funciona la Clínica de Matemática? El profesor a cargo está disponible para atender consultas en un horario que se fija cada semestre. Durante la tarde se incorporan estudiantes que hacen de tutores de sus pares. “Somos un equipo de trabajo colaborativo, ya que los tutores cuentan con mi apoyo y orientación en caso de que se les presente alguna dificultad. A su vez, ellos me ayudan a atender las consultas, ya que en la jornada de la tarde es en donde tenemos más concurrencia de estudiantes”.
Pizarro explicó que tienen todo el material disponible de las asignaturas de matemática y que la Clínica de Matemática se ha convertido en un espacio de apoyo y estudio grupal que va más allá del ámbito académico: “Es grato ver cómo los estudiantes van logrando metas y todo gracias a su esfuerzo, ya que ellos son los que dedican su tiempo a estudiar. Aquí los estudiantes encuentran un espacio donde se sienten en confianza. Trato de conocerlos un poco más, de donde vienen, qué deporte practican, cuáles son sus proyecciones a futuro, etc., lo que me permite generar un lazo y poder orientarlos de mejor manera, siempre desde la base del respeto mutuo”, concluyó el profesor.