Ocho personas fueron reconocidas con los Premios Anuales CA, que cada año distinguen a personas por sus grandes aportes en diversas áreas: ciudad, patrimonio, enseñanza e investigación.
Uno de ellos fue otorgado a la ex estudiante de arquitectura UACh, Macarena Almonacid, quien obtuvo el Premio “Promoción Joven” el cual se da al arquitecto colegiado menor de 35 años, que dentro de su generación es un ejemplo de interés y compromiso con la arquitectura.
Macarena, fue postulada por la Delegación Zonal de Chiloé del Colegio de Arquitectos debido a todos sus aportes en el ámbito patrimonial de la Isla.
La arquitecta vive en Chiloé y ha liderado restauraciones de varias iglesias insertas dentro de la Zona Patrimonio Mundial de la Unesco. Actualmente reside en la Isla Chelín y está a cargo de la restauración de su iglesia, mientras en paralelo participa de manera voluntaria en la Declaración Patrimonial del Edificio “Comisaría de Ancud”.
Respecto al reconocimiento Macarena comentó: “Recibí este premio con mucha alegría y sorpresa. La verdad nunca me lo imaginé, menos cuando uno de los directores del Colegio de Arquitectos me dijo que el Premio ‘Promoción Joven’ es uno de los más cotizados y que en esta ocasión postularon cientos de colegas”.
Así también contó que “lo que más destaco de este reconocimiento ‘Promoción joven’, es el trabajo, compromiso y convicción de jóvenes que logran ser un referente para sus pares en el ámbito de la arquitectura, y en este caso en particular, se premia el trabajo en terreno, en lugares muy extremos donde se rescata y pone el valor la identidad y patrimonio de un territorio”.
“Para mí es relevante ya que reafirma el pensamiento de que las nuevas generaciones tenemos la gran responsabilidad de trabajar por el desarrollo de nuestros territorios en todos los ámbitos, reconociendo nuestra historia, nuestras personas y nuestro patrimonio arquitectónico y cultural”, comentó.
Sobre las herramientas que la Universidad Austral de Chile le entregó, Macarena destacó que “si bien es cierto que en arquitectura tenemos una educación formal igual a todas las escuelas, la UACh, entrega importantes herramientas en el ámbito social y humano que cuando uno trabaja en patrimonio son muy importantes”.
“Por otra parte, la Universidad Austral es una escuela más bien pequeña, que trabaja desde el sur, con una mirada local, algo muy importante en el ámbito patrimonial”, dijo y agregó que “para mí fue un orgullo estudiar en la UACh y hasta el día de hoy tengo mucho cariño y agradecimiento a mis profesores”.
Restauración del patrimonio en Chiloé
Desde que egresó el año 2010 ha trabajado en la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé, donde se ha desempeñado en la jefatura de las obras de restauración patrimonial de las iglesias de Rilán y Chelín, ambas declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO el año 2000.
Ambas iglesias forman parte de la llamada “Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera”, un tipo de arquitectura que permite construir íntegramente un edificio en madera, considerando para ello la presencia de un sistema constructivo basado en ensambles y empalmes de piezas de grandes escuadrías, constituyendo estructuras complejas y de excelentes características resistentes. Dicha habilidad es heredada de la carpintería de ribera, oficio original de los constructores de iglesias en Chiloé.
La premiada realiza también trabajo en terreno, con carpinteros, arquitectos y comunidades de Chiloé de los territorios señalados, restauraciones que han sido financiadas por el Estado de Chile. “Como metodología, cada proceso de restauración aborda de manera integral los criterios de intervención, las etapas de desarme, clasificación y diagnóstico de piezas, reestructuración y reintegro de revestimientos, implementación de proyectos asociados y el trabajo con las comunidades y actores sociales vinculados a estas intervenciones”, explicó.
“Esta metodología implementada en Chile para abordar la restauración del patrimonio arquitectónico en madera posee altos estándares, siendo un referente nacional e internacional en el rescate del patrimonio”, añadió.
La isla es un sitio de patrimonio mundial que está compuesto por 16 iglesias, referentes de un conjunto de cerca de 70, y en todas ellas se pueden distinguir una estructura, espacialidad, materialidad y similar forma de construcción que son el resultado del diálogo entre la cultura europea y la indígena, lo cual también se ve reflejado en distintos ámbitos de la cultura chilota. “Esta declaratoria contempla no solo aspectos tangibles referidos a la historia y belleza arquitectónica de las iglesias, sino que además pone especial énfasis en lo intangible, destacando los valores sociales y espirituales del territorio”, comentó Macarena.
Ceremonia de premiación
El 4 de agosto se realizó la ceremonia de los tradicionales Premios Anuales, donde se reconoció a los ocho profesionales por su excelencia, trabajo y aporte a la arquitectura, y que a juicio de los Directores Nacionales del CA son referentes para los arquitectos de todo el país. También se entregaron reconocimientos a los arquitectos que pasaron a ser Miembros Vitalicios y Miembros de Honor del CA por haber cumplido 35 y 50 años colegiados.
El Directorio Nacional del CA nominó los premios y distinciones, luego de recibir propuestas de una amplia convocatoria extendida al gremio, las Facultades y Escuelas de Arquitectura del país, los Ministerios y organismos públicos relacionados, las Delegaciones Zonales del Colegio en todo Chile y los Órganos Asesores del mismo Directorio.
“Hoy reconocemos el trabajo profesional de personas que han dedicado su vida a poner en valor la importancia que la arquitectura tiene en el desarrollo de la cultura, en acoger la vida, estimular la creatividad y el aporte a la comunidad, a través de esfuerzos y logros dedicados de manera gratuita y generosa”, dijo en el discurso de inicio Pilar Urrejola, Presidenta del Colegio de Arquitectos.
Dentro de los premiados figuran los arquitectos Ana Sugranyes Bickel, Jaime Silva Arancibia, Jorge Espinosa Cereceda, Margarita Greene Zúñiga, Morris Testa Santiago, Macarena Almonacid Burgos, Jorge Rosas Vera y la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá Morales, quien no siendo arquitecto se le dio el “Premio Miembro de Honor” por los aportes hechos en su comuna en los ámbitos de urbanismo, espacio público y patrimonio.
La ceremonia siguió con la entrega de diplomas a los 22 arquitectos Miembros de Honor, que este año cumplieron cincuenta años colegiados y a los 21 Miembros Vitalicios, que ya sumaron 35 de pertenencia a la orden. El encuentro terminó con un coctail en la misma sede, con todos los asistentes.
Hay que destacar que el 4 de agosto es el Día del Arquitecto, fecha que recuerda la promulgación de la ley que dio vida al Colegio de Arquitectos (CA) en 1942.