Una conversación que abordó desde la historia de la ingeniería forestal al rol de la carrera frente a escenarios como el cambio climático dirigió la académica Dra. Alicia Ortega, del Instituto de Bosques y Sociedad de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, en la XX versión de ExpoCorma.
En su presentación, la profesora Ortega explicó que en Chile la carrera Ingeniería Forestal fue creada en 1952 por la U. de Chile, y dos años después se abrió en nuestra casa de estudios, convirtiéndose en una de las carreras fundadoras de la UACh.
Pero desde ese entonces hasta ahora la sociedad y sus problemas han cambiado y la formación de personas también ha debido adaptarse a estos procesos. “La sociedad tiene pendiente el desarrollo sustentable y los ingeniero/as forestales del futuro son los llamados a cumplir ese mandato. En este contexto, deben cimentar su formación y desarrollo en soluciones basadas en la naturaleza”, afirmó.
El desafío no es fácil. La Dra. Ortega enfatizó que “la ingeniería forestal es de las pocas profesiones que vive ocupada del futuro más que del presente y el pasado”. Un ejemplo de ello es el área de la restauración y rehabilitación forestal, un componente fundamental de la conservación y del uso sustentable de los bosques.
Cambio climático
En este punto, la académica resaltó el rol de ingenieros forestales para la mitigación de los efectos del cambio climático. “Los y las profesionales colaboran en el aporte de tecnología para conservar y aumentar los sumideros y reservorios de los gases de efecto invernadero en los bosques. Además, plantan y luego realizan un manejo sustentable de los bosques para proveer de forma sostenible los bienes y servicios que la sociedad requiere”, indicó.
Luego se generó un análisis sobre las mejoras y cambios que deben llevarse a cabo para lograr de mejor manera la labor descrita. En este sentido, se observó que se requiere generar un mayor vínculo con la sociedad civil, los servicios públicos, el sector privado y la industria. Asimismo, las mallas curriculares debieran permitir el desarrollo de habilidades blandas, como el emprendimiento y la comunicación.
La docente expresó que esta actividad, a la cual fue invitada por CORMA , «fue un encuentro con sectores no académicos muy interesante por la diversidad de visiones, las que deben enfrentarse de forma asociativa y complementaria para cada día posicionar la ingeniería forestal como la carrera del futuro».