Este miércoles se transmitió a través de las plataformas de Radio UACh el conversatorio “Ley de Muerte Digna y Cuidados Paliativos, organizado por el Programa de Especialización en Medicina Familiar Comunitaria de la Escuela de Graduados y el Instituto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile (UACh).
La actividad contó con la participación de la Dra. María José Puga, especialista en Medicina Familiar, la Dra. Yanira Zúñiga, profesora del Instituto de Derecho Público de la UACh, Juan Huichicoy, mapuche lafkenche, y el diputado de la República Vlado Mirosevic, impulsor de la Ley de Muerte Digna y Cuidados Paliativos, y fue moderada por la Dra. Soledad Cares, residente de tercer año de la Especialización en Medicina Familiar Comunitaria de la UACh.
El conversatorio inició con la presentación de la Dra. Puga, quien dio una mirada ética al tema y desde un punto de vista médico. Expuso los conceptos de dignidad, autonomía y vulnerabilidad, destacando la importancia de una ley de cuidados paliativos para enfrentar de manera integral los cuidados de una enfermedad antes de la muerte. “Cuando hablamos de muerte digna, no necesariamente estamos hablando de eutanasia. La muerte en sí es un instante, lo que tenemos que buscar es que esta vida sea digna hasta el momento de la muerte”, expresó.
Y agregó que “debemos reconocer el sufrimiento desde el respeto al otro para así mantenerlo con la dignidad inherente a cada ser humano y para ello son relevantes los cuidados paliativos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes y su familia, tanto en el manejo de problemas físicos, psicosociales como espirituales”.
A continuación, el diputado Vlado Mirosevic entregó su visión desde los derechos civiles y libertades sociales. Habló sobre el origen del proyecto de ley y la importancia del debate sobre eutanasia ya que, dijo, contribuye a universalizar el derecho a los cuidados paliativos, los cuales actualmente no tienen acceso universal y están asociados solo a las enfermedades oncológicas.
Además, señaló que el proyecto actualmente fue despachado de la Cámara de Diputados y se encuentra en discusión en el Senado en la Comisión de Salud, explicando las causales que se presentan en el proyecto, destacando que “originalmente se plantearon tres causales, la primera tiene que ver con enfermedad terminal, la segunda incluye enfermedades dolorosas y hay una tercera causal que ha sido objeto de polémica, que se trata del sufrimiento psicológico, esta última no fue aprobada”.
Y manifestó que la ley establece que la persona que solicite la eutanasia esté en pleno uso de sus facultades mentales, algo que debe confirmar con un especialista. “Por ejemplo, una persona que solo tiene movilidad en su cabeza y puede comunicarse, no siente dolor y tampoco es una enfermedad terminal, pero se siente preso de su cuerpo y solicita que terminen con su vida, es un sufrimiento psicológico y aquí es importante la tercera causal”, concluyó.
Por su parte, la Dra. Yanira Zúñiga desarrolló el punto de vista jurídico y las condicionantes sociales de la salud, y cómo estas se vuelven preocupaciones constitucionales que empiezan a adquirir un reconocimiento normativo. “En Chile hemos estado muy concentrados y concentradas en los derechos a la salud, en términos de hacer que el Estado contribuya y garantice el acceso de las personas a las prestaciones de salud, pero nos hemos preocupado menos de las cuestiones relacionadas con la autonomía de las y los pacientes en el plano de las relaciones de salud”, afirmó.
Asimismo, la Dra. Zúñiga planteó que “no existe actualmente en la Constitución ninguna cláusula que reconozca la autonomía de las personas para tomar decisiones” y reconoce que lo más cercano a esto podría ser lo que establece la Ley 20.584 sobre Derechos y Deberes del Paciente, sobre consentimiento informado que permite a las personas rechazar o aceptar tratamientos médicos, sin embargo, esta misma impone una serie de limitaciones que buscan evitar, por ejemplo, la eutanasia, asuntos que sí se podrían considerar en la nueva Ley de Muerte Digna.
Por último, Juan Huichicoy entregó su visión como representante mapuche, poniendo de relieve la mirada espiritual relacionada con la salud y la muerte ya que, como mapuche lafkenche, reflejan la muerte como un viaje hacia el mar, donde finalmente llegarán a conectarse con el cielo y las estrellas. “Nuestra creencia es que nosotros no morimos por voluntad propia, sino cuando es el momento de partir, nosotros tenemos un camino en la vida y un propósito, y la muerte es parte de todo ese proceso que le da sentido a la vida”, contó.
Igualmente, se refirió a cómo se comprende la salud desde lo mapuche, explicando que “cuando alguien se siente enfermo, primero recurre a remedios caseros en la misma familia, si no mejora con eso, llega a alguien de mayor conocimiento como una médica, que ayuda a través de las hierbas, la lawentuchefe o una machi, si aun así no mejora, debe recurrir al Servicio de Salud Pública chileno”.
En este sentido, resaltó una de las problemáticas que se dan en el sistema de salud chileno al no comprender al otro en su totalidad. Por ejemplo, dijo, “desconocen la relación de los mapuche con la enfermedad y con la muerte, por lo que se pasa a llevar lo que la persona quiere o cómo la persona quiere morir, cuando ya sabe y acepta que esto va a ocurrir, por lo que es importante que estos temas se puedan regularizar con las leyes”.
La instancia finalizó con una ronda de preguntas realizadas por la audiencia a través de redes sociales.
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