Desde 2022 el curso busca que las y los docentes puedan apropiarse del modelo educativo de la Universidad, integrando sus elementos en la planificación de la enseñanza, metodologías activas, evaluación y uso educativo de TIC, entre otros temas.
Entre los días 17 y 19 de enero en Valdivia se llevó a cabo el Curso de Formación en Docencia Universitaria (CFDU), conducente a la Habilitación Pedagógica, capacitación que se realiza en dos oportunidades cada año, a fin de entregar herramientas necesarias para la docencia, especialmente para profesores y profesoras que han ingresado recientemente a la Universidad Austral de Chile.
El curso es coordinado por el Departamento de Aseguramiento de la Calidad e Innovación Curricular (DACIC) y forma parte de su quehacer habitual. Entre los objetivos de la iniciativa, el curso busca que las y los participantes se apropien de los elementos del modelo educativo de la UACh, la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje, atendiendo a las características socioculturares de las y los estudiantes.
Asimismo, el curso persigue integrar metodologías activas al proceso de planificación, con la finalidad de innovar y diversificar la didáctica. Finalmente, tiene el objetivo de planificar un proceso de evaluación y retroalimentación pertinente y orientado a la mejora de los aprendizajes y el análisis de las prácticas docentes.
Gabriela Hermosilla, quien forma parte del DACIC y es coordinadora del curso, dice que éste constituye una instancia sistemática de reflexión docente respecto de las propias prácticas pedagógicas. Agrega que, en las últimas versiones, “nos enfocamos en que las y los docentes planifiquen una asignatura incorporando elementos del modelo educativo de la UACh y estrategias metodológicas y evaluativas pertinentes a los resultados de aprendizaje que declaran”.
El Dr. Paulo Contreras, académico del Instituto de Ciencias de la Educación y Jefe del DACIC, agrega que una de las particularidades del Curso de Habilitación Pedagógica es, precisamente, que se intenta trabajar en profundidad aquellos elementos fundantes del modelo educativo de la Universidad y cómo este se desarrolla en términos concretos, el ciclo formativo y cómo todo esto tributa al perfil de egreso de las y los estudiantes de pregrado.
A su juicio, complejizar este curso de formación –como se intenta mediante la ampliación de temas– “entrega la oportunidad de que se empiece a pensar la docencia desde otro punto de vista”.
El Curso de Formación en Docencia Universitaria para Habilitación Pedagógica contempla, además, un período adicional de acompañamiento, en que las y los participantes plasmarán los contenidos y reflexiones en un ejercicio de planificación, proceso que culminará alrededor de mediados de marzo.
Una reflexión necesaria acerca de la docencia
Según el Dr. Paulo Contreras, hacer este curso de formación cada vez más intenso es “un punto de partida importante” para abordar la docencia al interior de la Universidad, ya que se complementa con otro tipo de iniciativas del DACIC como el acompañamiento curricular o el concurso de Proyectos de Innovación en Docencia Universitaria.
“Cuando hablamos de innovación también hablamos de, por ejemplo, metodología y tecnología, y cuando hablamos del currículum tratamos de ver cómo esto está en la sala de clases, que vaya más allá del papel. En el fondo, el proyecto curricular es algo bien abstracto y la idea es que se entienda en la sala de clases y que los profes podamos darnos la posibilidad de reflexionar sobre cómo hacer mejor las clases”, plantea.
Así, el también académico del Instituto de Ciencias de la Educación detalla que, más allá de actividades puntuales, lo que busca el DACIC es abrir espacios “para que se hable de docencia en sí”. En definitiva, dice, “hay que dar la posibilidad de más conversaciones sobre pedagogía universitaria, las y los profesores destacan el poder hablar sobre docencia, sobre las dificultades que tiene el despliegue de las actividades docentes, de cómo ha cambiado el perfil del estudiante de la Universidad, cómo han cambiado las estructuras universitarias”.
De acuerdo con su visión, es momento de someter a juicio lo que las universidades acostumbraban hacer en materia de docencia antes de la pandemia, debido a que –entre otras cosas– se legitimó el uso de plataformas para realizar tutorías. “Los docentes universitarios están ávidos de esa conversación”, insiste, y agrega que este es un desafío que enfrenta en general la educación superior, no solo la UACh.
El Jefe del DACIC sostiene que para enfrentar estos desafíos es necesario dar un giro en la forma de abordar la docencia y buscar soluciones en comunidad, co-construyendo junto a las facultades y escuelas. Opuesto a las soluciones de carácter vertical, Contreras dice que no son ni eficientes ni efectivas. “Probablemente, como Universidad vamos a tener que mirar esto de manera un poco más intensa. Es inevitable que tenemos que abordar esto decididamente”, cierra.