“Bosques, cambio climático y sociedad: Mitigación o adaptación en un contexto de cambios socioambientales” fue el seminario organizado por la Universidad de Aysén donde expositores de esa institución, de la Universidad Austral de Chile (UACh) y CIEP destacaron el rol del bosque nativo como un elemento para la captura de CO2.
En dicho seminario participó el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh e investigador principal del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, Dr. Antonio Lara, con la presentación “Propuestas de conservación y restauración del bosque nativo para la mitigación del cambio climático».
En su presentación, el Prof. Lara expuso la situación actual del bosque nativo, bajo la cual se destruyen, deterioran o queman entre 60 y 70 mil hectáreas al año. “La situación de conservación de los bosques nativos es desfavorable, por eso es necesario restaurarlos, pero también conservar lo que se tiene”, explicó Lara. Sin embargo, el académico señaló que no se resuelve el problema si por un lado se intenta restaurar y por el otro se continúa destruyendo y deteriorando una superficie de bosques nativos varias veces superior, lo cual muestra la importancia de centrar los esfuerzos en la conservación y manejo sustentable.
La mayor fuente de captura de CO2
De acuerdo a las cifras oficiales del Inventario de Gases de Efecto Invernadero en Chile, el bosque nativo retira 65 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año. “Retira el CO2, pero además lo almacena, por eso es tan importante”, enfatizó. Lo anterior es de gran relevancia teniendo en cuenta que el país ha propuesto ser carbono neutral al año 2050. En base a la situación actual y sus tendencias, los incendios forestales de plantaciones y secundariamente de bosque nativo originan importantes emisiones, por lo cual el Prof. Lara afirma que “resulta difícil avanzar hacia que las capturas de CO2 por los bosques nativos vayan neutralizando las emisiones de los sectores energía, industria, transporte y otros”.
Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, entre las capturas más importantes se encuentran los renovales en crecimiento, seguido por los bosques dentro de Parques Nacionales, donde el carbono queda almacenado. Finalmente, el tercer reservorio es el manejo y recuperación del bosque nativo. “Esto funciona muy bien hasta que hay años de grandes incendios, como ocurrió en 2017, lo cual es una amenaza enorme. Si no logramos reducir fuertemente los incendios, lo que implica generar paisajes más heterogéneos que se quemen menos, las medidas de mitigación no servirán para la carbono neutralidad”, advirtió. Por lo tanto, en su opinión, “si tenemos 100 millones de toneladas de CO2 al año, es casi una utopía ser carbono neutral al 2050”.