Conoce su trabajo en el Instagram de «Mezcolanza creativa».
Daniela Humeres tiene 32 años. Es de Santiago y primero estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Chile: “Al año de titularme empecé mi proyecto, Mezcolanza creativa. Me dedico a diseñar, confeccionar y a dictar talleres de creación textil para mujeres”, contó y agregó que “además, he tenido la oportunidad de trabajar junto a organizaciones y proyectos sociales facilitando talleres para mujeres”.
Fue ahí cuando se dio cuenta que la vocación social era algo que siempre estaba presente, por lo que empezó a estudiar diferentes cosas que pudieran complementar lo que estaba haciendo.
“Primero vinieron estudios de economía social y comercio justo, que me abrió un horizonte de posibilidades en cuanto al levantamiento de proyectos con triple impacto (económico, social y medioambiental), y luego complementé con la educación ambiental para aprender a encaminar la concientización acerca de la problemática socioambiental relacionada al textil”.
Sin embargo, se dio cuenta de que había una oportunidad presente en sus talleres que no había profundizado aún, el arte terapia: “En estos seis años, a través de distintas iniciativas me fui involucrando en proyectos con mujeres, aportando un granito de arena en las áreas de autonomía económica, sustentabilidad y bienestar”, dijo, agregando que “es entonces cuando nació la curiosidad de conocer acerca del arte terapia para poder nutrir también mi trabajo desde este enfoque”.
Experiencia en el Diplomado en Arte Terapia
Eligió el Diplomado en Arte Terapia de la UACh por su programa de estudios y por el territorio. “El enfoque que tenía me interesó porque era variado, abarcaba el arte terapia desde las áreas de salud, inserción social, educación, enfoque de género, y además la Universidad me llamaba mucho la atención. Así que no dude en hacer un cambio de ciudad”, cuenta.
“La experiencia en el diplomado fue hermosa, de mucho crecimiento personal, conocí un gran grupo humano, desde mis queridas compañeras hasta el cuerpo docente. Gracias a él pude entender más acerca de mi trabajo y de las cosas que quería cambiar acerca de las metodologías y de los objetivos de mis talleres y de las necesidades de las personas con las que trabajo. Siempre he sido de cuestionar constantemente lo que hago y para qué lo hago”.
“Fue una transformación que me abrió una perspectiva diferente de mi persona, mi profesión y de la vida”, dice.
Después…
Después de terminar logró obtener fondos que le permitirán a fin de año hacer talleres gratuitos para mujeres de la región y seguir viviendo en el sur. “Es un proyecto en donde quise aventurarme a incorporar un enfoque que involucre aspectos aprendidos en el diplomado de arte terapia”.
Por otra parte, cuenta que estuvo haciendo un taller voluntario en conjunto con la docente Rayen Llanquilef, del Instituto de Enfermería de la UACh, y la Unidad Programa Alivio del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital Base Valdivia: “Trabajamos en el área de oncología con un grupo hermoso de mujeres creando piezas textiles. Fue una experiencia importante para mí que sin duda me encantaría repetir”.
Aportes del Diplomado
“Ha sido una transformación muy positiva para mi vida y para lo que puedo entregarle al otro a través de mi trabajo y eso me llena de vida. Siento que estoy aportando al bienestar y eso es impagable”, destaca.
“Sé que me falta mucho por aprender, y por lo mismo me encantaría seguir formándome en esto, ya sea por estudios formales y/o desde la práctica. Quiero y estoy muy abierta a seguir desarrollando proyectos junto a organizaciones del territorio, siento que hay mucho por hacer y campo donde aportar desde esta disciplina”.
“Las terapias creativas tienen un tremendo impacto en las personas, siento que es muy importante aprender y difundir acerca de las diferentes iniciativas, y el diplomado de la UACh es una muy buena opción para comprender a grandes rasgos lo que se está haciendo”, asegura.