Las Instituciones de Educación Superior tienen entre sus desafíos, además de la generación de conocimiento, la formación de profesionales integrales que permitan avanzar hacia una sociedad más próspera, justa y solidaria.
Lo anterior exige que en el proceso de formación profesional se logren aprendizajes eficientes y significativos en el que se obtenga una integración de las dimensiones académica, investigativa, social y laboral, tomando en cuenta la diversidad de estudiantes desde el punto de vista social, cultural, desde sus intereses y necesidades.
La Pandemia de COVID-19 fue un escenario complejo, pero que permitió dejar en claro los desafíos pedagógicos que implica la formación de nuevos profesionales, obligando a transformar las metodologías de enseñanza, incorporando recursos digitales y a analizar las nuevas experiencias de enseñanza-aprendizaje. Así también, se hace necesario que las políticas públicas en el ámbito de la educación superior avancen en esta misma línea.
Asimismo, fue un espacio para repensar no sólo la formación sino también el perfil de las y los egresados de las universidades, quienes tras esta realidad COVID debieron adaptase y aportar con sus conocimientos profesionales y sus habilidades blandas, también conocidas como soft skills, que son aquellas asociadas con la personalidad y la naturaleza de cada ser, como son las relaciones interpersonales, capacidad de liderazgo y actitud positiva, entre otras.
La realidad actual es una oportunidad para estar en estado permanente de alerta, lo que significa estar atentos a los desafíos que el sistema universitario debe asumir a nivel local, nacional y mundial, asegurando el intercambio académico y estudiantil como una acción que permita enriquecer la formación y la mirada integral de profesionales que, como dijimos, aportarán al desarrollo de nuestro país.
El mayor de los retos a los que se enfrenta la educación a nivel mundial es la globalización, en el que la investigación es de alta relevancia para obtener reconocimiento nacional e internacional, entendiendo que la generación de conocimiento es indispensable para los avances sociales de una comunidad.