El trabajo fue desarrollado por el Dr. Konrad Górski, académico del Magíster en Ciencias mención Recursos Hídricos de la Universidad Austral de Chile (UACh), y por Rodrigo Ramírez-Álvarez de la U. Católica de la Santísima Concepción (UCSC), en el contexto de su tesis doctoral.
El artículo completo puede ser consultado en https://www.nature.com/articles/s41598-022-06936-8.
A través del análisis de microquímica en huesos del oído (otolitos) del puye, un grupo de investigadores e investigadoras de diversas universidades y centros de investigación nacionales e internacionales dilucidó la dirección del movimiento y la historia migratoria de este pez nativo, profundizando en los factores que inciden en el establecimiento de sus estrategias de vida.
Según lo explicado por el Dr. Konrad Górski, el puye es un pez dulceacuícola de gran importancia a nivel ecológico y cultural, esto porque cuenta con la más amplia distribución a nivel mundial, forma parte fundamental de las redes tróficas de los diversos afluentes y está presente en pesca tradicional en países como Nueva Zelanda y Chile.
“Asimismo, es una especie muy interesante en su historia de vida porque se trata de un anfídromo facultativo, es decir, que migra entre ambientes dulceacuícolas y salados, pero a su vez es facultativo, lo cual significa que a veces migra y a veces no. Tiene una complejidad de comportamiento que aún es desconocido, por lo tanto, la técnica de evaluar patrones de movimiento mediante análisis microquímico nos ha permitido despejar esas interrogantes y conocer qué hacen efectivamente en los distintos sistemas fluviales”, precisó el académico.
En este contexto, la investigación del Dr. Górski y sus colaboradores planteó una estrategia de trabajo basada en el análisis de las señales químicas presentes en los otolitos de estos peces, específicamente en los ríos Imperial, Maullín, Bueno, Cruces y Valdivia.
“Utilizamos ablación por láser para perforar los otolitos en un transecto desde su superficie hasta el núcleo. Posteriormente, dividimos la señal química de este transecto en particiones, las cuales fueron asignadas a ubicaciones geográficas mediante métodos de aprendizaje automatizado, permitiendo la reconstrucción del movimiento de los peces a lo largo de cada sistema fluvial”, detalló el doctorando Rodrigo Ramírez-Álvarez.
¿Cómo se asocia esta señal química al desplazamiento?
A medida que el puye crece, desde el estado larval hasta la etapa adulta, se incorporan elementos del medioambiente en la matriz de carbonato de calcio en los otolitos, lo cual representa la firma química de los hábitats acuáticos experimentados por los peces a lo largo de su vida.
Luego, se identifican aquellos elementos que más contribuyen a la variación de señal química, permitiendo detectar movimientos longitudinales a escala fina. Los métodos de aprendizaje automatizado permiten analizar datos multidimensionales e identificar cronológicamente ubicaciones específicas, detectando cambios de movimiento y dirección dentro de un sistema fluvial.
“Se trata de una técnica relativamente nueva, sobre todo respecto del uso que nosotros le hemos dado para el análisis simultáneo de diversos elementos a escala fina”, destacó Górski.
El Puye, un pez menos migratorio y más residente
Asimismo, el académico explicó que el puye se caracteriza por contar con un sistema de migración denominado anfidromía, descrita como aquella que posee movimientos regulares y predecibles entre agua dulce y ambientes marinos para completar su ciclo de desarrollo.
No obstante, a partir de los resultados obtenidos se estableció una preponderancia de los hábitats de reclutamiento de carácter residente, siendo un 71% en agua dulce y un 24% en estuarios. Por otra parte, el reclutamiento anfídromo alcanzó solo un 5%. Según lo observado, estos resultados están relacionados con la disponibilidad de hábitats de flujo lento que producen o retienen presas pequeñas consumidas por las larvas de este pez.
“Uno de los hallazgos más interesantes e inesperados es que en los sistemas fluviales chilenos la mayoría de las poblaciones de puye no migran al mar y completan su ciclo de vida en agua dulce o en estuario; este fenómeno fue detectado por primera vez en nuestro estudio. El patrón se debe a presencia de aguas tranquilas y lénticas en los sistemas fluviales estudiados, como lagos de cabecera o planicies de inundación, donde las larvas encuentran suficiente hábitat y comida”, detalló Ramírez-Álvarez.
“A partir de esta información, concluimos que la variación de la historia de vida y el reclutamiento de peces como el puye está impulsado por la disponibilidad de hábitats de reclutamiento adecuados y la conectividad hidrológica natural que permiten el movimiento de peces a esos lugares”, agregó el Dr. Górski.
Finalmente, recalcó que la comprensión del comportamiento de las especies nativas de peces es fundamental para la gestión y conservación de los ecosistemas fluviales, considerando que actualmente la mayoría de los peces nativos dulceacuícolas de nuestro país se encuentran en un estado de peligro, peligro crítico o vulnerable.
“Tenemos alrededor de 45 especies de peces nativos en sistemas fluviales y lacustres en Chile, y aproximadamente el 80% es endémico, es decir, tenemos poco pero único y lo tenemos que conservar”, concluyó el Dr. Konrad Górski.
El presente estudio es parte de proyecto FONDECYT 11180545 “Migratory life histories and trophic niche of riverine puye Galaxias maculatus in Chilean rivers: effects of parasites”.