<p align="justify">La <a href="http://www.uach.cl/">Universidad Austral de Chile</a> está impulsado un sistemático trabajo para determinar, con la ayuda de reconocidos expertos del área de la ingeniería, si es posible la utilización de la obra gruesa del siniestrado edificio de la Facultad de Ciencias, el cual se espera reconstruir prontamente. </p><p align="justify">Como se recordará, el Prorrector de la UACh, Dr. Juan Omar Cofré, está encargado de coordinar las acciones tendientes a la recuperación integral de la Facultad de Ciencias. </p><p align="justify">En ese contexto, el Prorrector señaló que durante octubre surgieron dudas técnicas respecto a la posibilidad de recuperar el edificio Emilio Pugín, de acuerdo a estudios preliminares que habían sido desarrollados por expertos. </p><p align="justify">"Era fundamental despejar esta duda para saber si podemos contar con esta infraestructura o bien descartarla como parte del proceso de recuperación arquitectónica de la Facultad de Ciencias", recalcó. </p><p align="justify">Por ello -agregó-, se acordó que los estudios tenían que ser hechos por expertos y con este fin se contactó a varios estudios de ingenieros especializados en recuperación de edificios. Finalmente se acordó encargar el estudio a la empresa IEC Ingeniería S.A. </p><p align="justify">"De este modo se podrá saber fehacientemente si será posible o no trabajar considerando al edificio Pugín. Este estudio lo tendremos dentro del mes de noviembre y nos permitirá tomar una decisión. Era fundamental tener este estudio porque sin él se corría el riesgo de hacer una inversión que después resultara inoficiosa", concluyó el Dr. Cofré. </p><p align="justify"><strong>Recuperar la Obra Gruesa</strong></p><p align="justify">El profesor Ricardo Larsen, del Instituto de Obras Civiles de la Facultad de Cs. de la Ingeniería, explicó que se están haciendo estudios para determinar si es factible recuperar la obra gruesa. El hormigón armado sufre daño aún cuando es incombustible. Al principio sufre poco deterioro, pero en la medida que se calienta la superficie expuesta, ésta se dilata produciendo esfuerzos que finalmente fisuran el material. Además a temperaturas sobre 500 ºC, tanto el hormigón como el acero en su interior sufren cambios en sus propiedades químicas, que eventualmente podrían afectar sus propiedades mecánicas. </p><p align="justify">Debido a la dificultad de establecer un diagnóstico fehaciente de todos estos factores, se consideró recomendable contratar a expertos nacionales de nivel internacional para que evacuaran un informe. "En este contexto se contrató a la empresa IEC Ingeniería S.A., vinculada al prestigioso ingeniero civil Tomás Guendelman. Sus ingenieros, encabezados por el Gerente Mario Guendelman, recorrieron el edificio el pasado martes 04 de noviembre. De acuerdo a una primera impresión de la visita, a ellos les pareció posible recuperar la estructura siniestrada, con la salvedad que es necesario hacer todos los estudios que permitan probar esto", sostuvo el Prof. Larsen. </p><p align="justify">Por esta razón, en la tarde del viernes 07 de noviembre, un equipo de especialistas a cargo del conocido ingeniero Dr. Rubén Boroschek realizó mediciones de la dinámica de la estructura existente. "Estos estudios se complementan con los realizados por el IDIEM de la Universidad de Chile a principios de año y con otros que seguramente serán necesarios de hacer", indicó el académico UACh. </p><p align="justify">El profesor Ricardo Larsen indicó que, como todo edificio, el Emilio Pugín se mueve sin que las personas lo perciban debido a las cargas ambientales existentes durante la medición: viento, movimiento de las personas, etc. Este movimiento lo detectan los acelerómetros instalados pues poseen una sensibilidad de una millonésima parte de aceleración de gravedad. </p><p align="justify">El equipamiento utilizado por el Dr. Rubén Boroschek constó de seis acelerómetros que se colocaron en distintos lugares previamente elegidos y/o de acuerdo al progreso de las mediciones. Las lecturas de estos instrumentos llegaron a un computador, donde después fue posible determinar mediante una serie de análisis matemáticos cuáles son las frecuencias y las formas en la que se mueve el edificio.</p><p align="justify">Complementando lo anterior, el Prof. Larsen precisó que posteriormente se puede comparar este movimiento con las predicciones teóricas. Por ejemplo: si el edificio estuviera gravemente dañado, entonces éste debería moverse más lento que lo que la teoría matemática. "Esto nos proporciona un diagnóstico del estado general de la obra gruesa existente considerando el deterioro del hormigón de pilares, vigas y losas debido a las altas temperaturas alcanzadas durante el incendio que lo afectó", dijo.</p><p align="justify">Por su parte, el Dr. Rubén Boroschek explicó que "lo que también nos interesa es validar el modelo matemático que se va a hacer de este edificio, de tal manera de garantizar que la predicción que se haga sea la más apropiada y que se ajusta de la mejor forma a la realidad". </p><p align="justify">Destacó que en procesos normales de diseño no existe el edificio que se va a construir, y por lo tanto el modelo es un predictivo y no tiene validación práctica. "Sin embargo, en este caso, sí tenemos el edificio y lo que se quiere evaluar es si se podrá recuperar. Es entonces muy conveniente calibrar el modelo matemático utilizado para que se ajuste a la realidad actual", sostuvo.</p><p align="justify">Cabe señalar que también participaron en la actividad del viernes 07 de noviembre el académico del Instituto de Obras Civiles José Soto, el Director de Servicios Bernardo Felmer, y alrededor de 30 estudiantes de cuarto año de Ingeniería Civil en Obras Civiles, pertenecientes a la asignatura " Hormigón Armado I". </p>