Un estrecho vínculo se está forjando entre el Diplomado del Diseño del Paisaje Austral (DDP Austral) y el Vivero Municipal de Valdivia, que busca la colaboración y difusión del actual modelo de experimentación y domesticación de especies nativas y su creciente presencia en los espacios públicos de la ciudad.
Hace poco más de un año, se está llevando a cabo, en el vivero municipalHace más de un acomuna, el eld, assemana, a diferencia , un innovador proyecto enfocado en la restauración socio-ambiental de la comuna, proyecto a cargo de la agroecóloga Carolina Rosales, profesional a cargo del programa municipal Núcleos Nativos, y Cindy Farías Ecóloga paisajista DIMAO, con el apoyo inicial del ex estudiante del DDP Austral, José Sanhueza. Este proyecto municipal busca poner en valor la flora nativa como herramienta de restauración y educativa de los territorios.
La primera fase de este trabajo fue la experimentación y estudio sobre viverización y domesticación de plantas nativas para uso ornamental, instancia en que Carolina Rosales y José Sanhueza tuvieron la oportunidad de estudiar los ecosistemas y las plantas in situ siendo, en palabras de la agroecóloga, “un proceso muy enriquecedor y gratificante. Poder colectar nuestras semillas, estudiar las plantas y sus dinámicas, conocerlas y compartir con ellas marcó una gran diferencia para poder hacer un buen trabajo”.
“Comenzamos con dos núcleos pilotos en la Población Menzel y el Paseo Libertad, los que demostraron lo que nosotros estábamos probando: que la implementación de una técnica que busca el crecimiento acelerado de las plantas, trabajándolas en espacios más bien reducidos con diferentes estratos, alta densidad, alta diversidad de especies, trabajo de suelo y cobertura de suelo, en las áreas verdes de la ciudad, es eficiente, disminuye costos de mantención y de riego, siendo mínima la pérdida de especies vegetales” señala la profesional del Vivero Municipal Carolina Rosales.
“Junto a Cindy Farías estamos enfocadas en lograr que este trabajo restaurativo y social sea lo mas responsable posible, cuidando las especies que llevamos a la calle, cuidando la reproducción en todas sus etapas y formas, y cuidando el cómo ingresamos a las comunidades, poniendo especial atención a la vinculación con éstas, abriendo espacios educativos democráticos que estén disponibles para todas y todos ”, señala la profesional.
Cindy Farías agrega que lo significativo de esta iniciativa radica en que la posibilidad surgió a partir de la nueva administración liderada por la alcaldesa Carla Amtmann Fecci, quien en su programa ya traía esta impronta, lo que hace más fluidos y coherentes los procesos de gestión y búsqueda de recursos, insertándolo en una política pública que le da fuerza y permanencia a corto y largo plazo a la planificación urbana.
Actualmente en el vivero municipal, además de las flores de temporada, se están produciendo mas de 30 especies nativas, entre arbustos, herbáceas y algunos árboles, las que son usadas en los núcleos nativos presentes en la ciudad. En cuanto al proceso de instauración de los núcleos, nos comenta Carolina, hay un trabajo previo de mejoramiento de suelo, proceso clave para el buen desarrollo de las plantas. Luego de la plantación, se cubre toda la superficie con mulch para mantener la humedad del suelo y para evitar el rápido crecimiento de la flora espontánea. Cabe destacar que el riego en los núcleos se realiza solo una vez por semana, a diferencia de los espacios de pasto que deben ser regados todos los días.
Además, el vivero no solo se ha transformado en el espacio para reproducir todo el material vegetal que se necesita, sino que además se ha transformado en un espacio abierto a colegios, para realizar educación ambiental.
“Involucrarnos con la comunidad es el primer paso. Que esto esté abierto y que la gente vea cómo se producen las especies nativas en la ciudad es uno de los principales objetivos para derribar mitos de que lo nativo se ve feo y no tiene flores, lo que no es real. Abrir el vivero para reproducir plantas es interesante, pero que sea un espacio educativo es la motivación principal pues va de la mano con la restauración socio ambiental”, indica Carolina Rosales.
Paralelo al trabajo de domesticación de plantas, el equipo municipal trabaja en el diagnóstico y diseño de un plan de infraestructura verde/azul y un plan de acción de cambio climático, lo que sitúa la estrategia de núcleos nativos como un compromiso formal a nivel comunal, vinculando a leyes y nuevas normativas que permiten un desarrollo a corto y largo plazo.
Respecto a la vinculación con el Diplomado en Diseño del Paisaje Austral, agregó: “El DDP a mi juicio es clave sobre todo para profesionales que están involucrados en el área pública ya que tiene que haber un conocimiento base para evitar esos espacios de paisaje donde no hay pertenencia territorial. Esto es una política municipal pero creemos que debemos trabajar en sintonía para ser coherentes con lo que necesita el territorio”.
Valoración desde el DDP
Desde el Diplomado en Diseño del Paisaje Austral, su directora Carolina Masoli, destacó el interés que existe en acoger estas iniciativas y formar vínculos para fortalecer el quehacer como paisajistas, y el objetivo de formar alumnos y alumnas en el paisajismo ecológico, usándolo como herramienta de conservación de la biodiversidad.
“Desde el DDP buscamos conocer cómo funcionan las plantas nativas en ambientes urbanos, y a la vez promover y destacar viveros que las produzcan, pues una cosa es diseñar y otra muy distinta, es tener a disposición las especies para recrear los ecosistemas”, indicó.
Para la docente, con esto cobran importancia las iniciativas como ésta impulsada por el Municipio Local y enfatiza la necesidad de mantener los vínculos con iniciativas urbanas que apunten al diseño e intervención de los paisajes de manera sustentable.