Este año ha sido definido por CONICYT como «el año del Sol», instancia que nos permite valorar la relevancia de este astro para la vida en la Tierra. El Sol es la estrella más cercana a nosotros, a tan “sólo” 150 millones de kilómetros de distancia. Como referencia, la siguiente estrella en cercanía -Próxima Centauri- se encuentra a una distancia 265.000 veces mayor.
Astronómicamente, el Sol es una estrella enana de secuencia principal, es decir, se encuentra en la adultez de su vida. Tiene una edad estimada de 4.500 millones de años, y se espera que se mantenga en la secuencia principal por otros 5.000 millones de años. Mientras que en su “superficie” la temperatura alcanza los 5.500°, en el núcleo ésta puede alcanzar los 10 millones de grados, temperatura necesaria para que haya fusión nuclear. La fusión se produce cuando átomos ligeros (hidrógeno) se unen para formar átomos más pesados (helio). En este proceso se genera una cantidad descomunal de energía, tan grande que la energía liberada por el Sol en un segundo serviría para cubrir el consumo energético actual de la Tierra por unos 750 mil años.
La importancia del astro rey para nuestro planeta es incuestionable. Si éste fuese una estrella gigante, la temperatura en la Tierra sería tan alta que no podría existir agua líquida. Si fuese una estrella más fría, el agua existiría solo en forma de hielo. En ambos casos, la vida tal cual como la conocemos hoy no sería posible.
El eclipse solar del próximo 2 de julio es la oportunidad perfecta para apreciar la relevancia del Sol en nuestras vidas. Si bien en la zona sur el eclipse solo será parcial y el oscurecimiento del cielo será mucho menos notorio que en el norte de nuestro país, aún se podrá observar -si el clima nos acompaña- tomando las debidas precauciones. La principal es que nunca miremos directamente al Sol sin la protección adecuada. Para esto, se deben utilizar lentes especiales, con certificación ISO 12312-2. Los lentes de sol comunes no sirven, puesto que no bloquean los rayos de luz, los cuales pueden producir un daño grave a la retina ocular.
Este evento nos servirá de preparación para el próximo eclipse solar, el 14 de diciembre de 2020, cuya zona de totalidad abarcará las regiones de La Araucanía y de Los Ríos.