El año académico 2015 comenzó en la Universidad Austral de Chile con una rapidez inusitada. El mes de marzo ya está terminando y, aparentemente, el año se nos escabullirá entre las manos con la misma facilidad.
Para la comunidad académica este es un mes de alegría, especialmente por la llegada de los nuevos estudiantes que nos recuerdan que alguna vez nosotros fuimos como ellos, cuando ingresamos a distintas universidades con la esperanza de lograr nuestro objetivo: obtener una licenciatura o un título profesional que nos abriría muchas puertas a las cuales, probablemente, nunca tuvieron acceso nuestras familias. Los nuevos alumnos confían en que nuestra comunidad universitaria los acogerá con el mismo entusiasmo y alegría que ellos manifiestan. Esperan que sus futuros maestros les entreguen todas sus capacidades y conocimientos para instruirlos y guiarlos en este proceso de aprendizaje, así como también que el personal administrativo dé lo mejor sí para facilitar su estadía.
Grande, entonces, es nuestra responsabilidad. Debemos formar a estos jóvenes, pero no sólo en los aspectos académicos, sino que además debemos estimularlos a crecer integralmente como personas que, a través de sus distintas profesiones, se motiven a realizar un servicio constante hacia a la comunidad regional y nacional.
El Rector fundador de la Universidad Austral de Chile don Eduardo Morales al recordar el nacimiento de esta casa de estudios se preguntaba «¿Es que la semilla del ceibo tiene el tamaño del árbol adulto?». La respuesta a esa interrogante es que efectivamente no tienen el mismo tamaño, sin embargo, el desafío es hacer germinar esas semillas para que logren ser árboles firmes y frondosos. Los estudiantes son semillas vigorosas dispuestas a crecer hasta alturas insospechadas y, eso será posible, si cuentan con el cuidado y la apropiada guía de sus mentores.
Dicho compromiso será fundamental durante este año, ya que no solo realizaremos nuestras actividades propias como académicos y funcionarios, sino que además nos veremos enfrentados a diversos y complejos escenarios relacionados con las reformas en la Educación Superior en Chile. Indudablemente, ese debate supondrá una cuota de incertidumbre para nuestra casa de estudios, pero todos y todas deben confiar en que las autoridades universitarias y, en especial la Vicerrectoría Académica, están trabajando fuertemente para mantener el sitial que nos caracteriza nivel nacional e internacional.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS