Una oportunidad para “renovar sus votos” con el bosque y conocer un nuevo ecosistema tuvo el Dr. Sebastiaan Luyssaert, destacado investigador del Laboratorio de las Ciencias del Clima y el Medio Ambiente del Instituto Pierre Simon Laplace de Francia, quien se encuentra realizando una estadía en la Universidad Austral de Chile invitado por el Dr. Antonio Lara del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de esta casa de estudios. Aquí además ofreció una charla dirigida a la comunidad universitaria.
El investigador, a cargo del modelamiento asociado a las interacciones del océano, la tierra y la atmósfera, enfocado en bosques, entregó un claro mensaje a la comunidad. “No piensen que es buena idea usar los bosques para el secuestro de carbono. Su principal uso no debiera ser para la mitigación del cambio climático, sino para fines como la conservación de la biodiversidad o la provisión de agua. Su conservación radica simplemente en el valor que tienen los bosques”, afirmó.
El experto es uno de los 8 profesionales dedicados a desarrollar el componente forestal del modelo llamado ORCHIDEE, cuyo rol es cuantificar y entender los complejos efectos del manejo forestal en el cambio climático.
Para Luyssaert, “tenemos que cambiar el sistema de energía para reducir las emisiones. En Europa solo el 10 ó 15 % de las emisiones puede ser contrapesado por lo que secuestran los bosques”.
Respecto al cambio climático, el investigador indicó que existen otros factores que afectan la temperatura, tales como el albedo, es decir, la radiación desde la superficie terrestre. “Si se reduce la cobertura de bosques incrementas el albedo, lo que estará también aumentando las temperaturas”, advirtió.
En Europa, en los últimos 250 años los cambios en el manejo de bosques han destruido gran parte de los bosques antiguos transformándolos en bosques de producción. “En 1750 había más carbono secuestrado en los bosques que hoy. Hoy ha aumentado un poco la superficie forestal en Europa, pero el bosque antiguo se transformó en bosque manejado, es decir, existen árboles más jóvenes que poseen un stock de carbono más bajo y el resto de ese carbono se ha ido a la atmósfera”.
Pero no solo la cobertura de los bosques ha cambiado, según Luyssaert también lo ha hecho su composición. “Se ha transformado de especies caducifolias (robles y encinas) a coníferas (abetos y pinos) y al cambiar a coníferas aumentamos el albedo. Las coníferas son más oscuras y tienen cobertura permanente durante todo el año, por lo que absorben más calor y como resultado calientan más la atmósfera. Es como si te pusieras una chaqueta negra”, argumentó.
Colaboración
El Dr. Luyssaert visitó la Reserva Costera Valdiviana y un bosque de alerces con árboles de más de 1,700 años de edad y 2,5 metros de diámetro. Esta visita la realizó junto al profesor Antonio Lara y otros colegas del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh. Sebastiaan Luyssaert concluyó que “probablemente lo más emocionante sería analizar un escenario futuro y evaluar lo que podría ocurrir si no cuidamos esos bosques y otros bosques antiguos. Las capacidades de los bosques adultos no pueden ser reemplazadas por las plantaciones. Éstos son temas interesantes de investigar”.
La visita del Dr. Luyssaert se suma a otras que en corto tiempo ha recibido el Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Universidad Austral de Chile. Los investigadores Brian Luckman, de la Universidad de Western Ontario, Canadá y David Boshier, invitado por el Instituto Forestal, han dictado charlas cuyo principal objetivo ha sido motivar a los estudiantes de pre y postgrado. “Es bueno para abrirles los ojos, para que vean oportunidades y conozcan la colaboración que estos investigadores mantienen con sus profesores, además de que ellos mismos exploren o se motiven para hacer investigación o estadías en otras universidades. Esto demuestra el prestigio y calidad de investigación de la UACh y el valor de nuestros bosques nativos como ecosistemas de altísimo interés para ser estudiados”, afirmó el profesor Antonio Lara.