Durante la última década, el sedentarismo, término que alude al tiempo que pasamos sentados frente al televisor o a un computador, ha emergido como un importante factor de riesgo cardiovascular y metabólico, independientemente de la cantidad de actividad física que realice el individuo. Así fue demostrado por dos recientes estudios publicados en la Revista Médica de Chile y el Jornal of Public Health, por el grupo ELHOC (Epidemiology of Lifestyle and Health Outcomes in Chile) que reúne investigadores de universidades chilenas y del Reino Unido.
El objetivo de dichos estudios fue investigar la asociación entre sedentarismo y factores de riesgo cardiovascular y metabólico en población adulta chilena.
Los resultados de estas investigaciones revelaron que las personas con comportamientos sedentarios presentan un mayor peso corporal, masa grasa y perímetro de cintura, en comparación a las personas que permanecen menos de 8 horas al día sentadas. También se encontró que por cada hora que destinamos a estar sentados aumenta el riesgo de desarrollar diabetes en un 10% en hombres y 8% en mujeres.
Considerando que en promedio la población chilena destina más de 8 horas al día a estar sentado, el riesgo de desarrollar diabetes aumenta en un 110% para hombres y 68% en mujeres. Lo interesante de los resultados es que dejan en evidencia que independiente de la cantidad de actividad física que realicemos, el pasar mucho tiempo sentado representa un riesgo importante para nuestra salud. Esto constituye una alerta, ya que los efectos beneficiosos de la práctica regular de actividad física podrían verse mermados a causa de esta conducta.
En virtud de los resultados y tomando en cuenta que gran parte de la población chilena realiza trabajos o actividades de tiempo libre que involucran gran cantidad de tiempo sedente, como trabajo de oficina, actividades frente a un computador, ver televisión, entre otras; las recomendaciones deberían centrase no sólo en promover la realización de actividad física de forma cotidiana, sino además reducir el tiempo que destinamos a estar sentados. Un bueno ejemplo a seguir, son las pausas activas realizadas en algunos lugares de trabajo.
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