Cuando hombres y mujeres, de diferentes edades se unen y salen a las calles a protestar para exigir educación gratuita y de calidad, se puede vislumbrar que existen problemas graves en torno al sistema educativo de un país. La disconformidad de los chilenos hacia el sistema educativo escolar, no es un problema que se haya identificado hace seis meses con el movimiento estudiantil, o hace algunos años con la revolución de los pingüinos.
Sobre esto último, el Dr. Alberto Moreno, profesor de Ed. Física, del Instituto de Filosofía y Educacionales de la UACh expresó que esta situación tiene que ver con una crisis del sistema “La desigualdad social es uno de los ejes centrales de la crisis que se está viviendo en estos momentos, pues el sistema no responde a las necesidades de igualdad y equidad que el país demanda” dijo.
Además, el académico indicó que en este contexto hay una realidad escolar y pedagógica, concreta, que también se ven influenciadas por la desigualdad social y económica que vive el país “Uno puede percatarse de que la ESCUELA, como institución social, está respondiendo a una de las funciones que se le asignan: ‘reproducción de la cultura’, pero aún tiene una gran deuda con la otra gran función a la que debiera responder y que debiera ser un eje central en su proceder pedagógico: ‘la transformación de aquellos aspectos sociales, culturales, históricos y económicos que son cómplices en la mantención de las desigualdades sociales’.
El Dr. Alberto Moreno desarrollará una investigación que se enmarca en el área particular de la educación física escolar, todo a partir del Proyecto Fondecyt Iniciación (Nº 11110016) denominado “La Educación Física y su función de transformación de las desigualdades sociales: profesorado del área y documentación ministerial”.
Este proyecto busca comprender y generar mecanismos para paliar la problemática social de la desigualdad que está presente en Chile, en sus escuelas y en la educación física como asignatura del currículum escolar. “Todos sabemos que el contexto social, económico y cutural actual es inequitativo. La escuela no puede seguir siendo una instancia de reproducción acrítica de las desigualdades sino que debe propender hacia el abordaje pedagógico de las mismas. Sería iluso pensar que la escuela y sus profesores pueden solucionar, completamente, esta gran problemática, pero al menos tienen la posibilidad, y obligación ética, de abordarla reflexionando dialógicamente acerca de las mismas”.
El investigador manifestó además que la Ed. Física, como parte del currículum escolar, es una instancia más de reprodución acrítica. Y, ¿qué hace la Educación Física al respecto?
“Lamentablemente sigue centrada en un trabajo pedagógico reproductor de la lógica escolar tecnocrática, que tiene que cumplir con ciertos estándares en base a evaluaciones que todos conocemos. Curiosamente, antes del año 2010 la Ed. Física estaba excluída de estas evaluaciones, pero ahora se creó el SIMCE de E. Física que sólo mide el nivel de condición física y el índice de masa corporal de los estudiantes, y que equipara dichos indicadores con la calidad que pudiera tener el área”.
El proyecto de iniciación recientemente adjudicado por el docente pretende adentrarse en las formas en las que la E. Física reproduce las desigualdades sociales y en las posibilidades transformadoras del y desde el área, tanto desde la percepción de los docentes en relación a la temática, como desde sus prácticas y la documentación ministerial existente para el área en cuestión.
En primer lugar se realizará un análisis crítico de todo el material educativo ministerial para el área de la Ed. Física, “Nos damos cuenta de que pareciera no haber una coherencia entre lo escrito y declarado para la E. Física chilena, la forma de interpretar dicha documentación desde el profesorado y la realidad práctica de dichos docentes” explicó el académico.
En la 2da etapa de la investigación se desarrollará un análisis del discurso de docentes de educación básica y media que se desempeñen como profesores de Ed. Física, en colegios municipales, particulares subvencionados y particulares paados de las ciudades de La Serena, Santiago y Valdivia. Según Moreno, se espera que los resultados extraídos en esta segunda etapa puedan contribuir a la comparación de las realidades de estas ciudades que están dentro de un mismo contexto país “Por la situación geográfica y el desarrollo de la Ed. Física en estos lugares es probable que podamos encontrar ciertas diferencias” indicó.
El académico señaló que la tercera etapa del proyecto consiste en el análisis de las prácticas educativas de los profesores de E. Física. Ello porque se asume la importancia de establecer nexos entre lo que se dice y se hace.
“La literatura nos dice que existe cierta distancia entre lo que los profesores dicen pensar, piensan y lo que posteriormente operacionalizan en la práctica. La reflexión sobre las propias prácticas servirá para apreciar cuáles son los mecanismos de desigualdad que se están reproduciendo, cuáles son aquellos que pasan inadvertidos para el profesorado y, también, dilucidar qué profesores son capaces de crear practicas diferentes en la Ed. Física, lo que podría dar pie a entender un modelo alternativo para el área curricular en cuestión” añadió Alberto Moreno, pues se hace necesario “generar mecanismos que permitan abrir la mirada hacia el abordaje de las desigualdades sociales en las diferentes áreas curriculares” finalizó.