– Aseguró que la integración no es una utopía, sino que es un proceso que se ha dado entre ambos países y que sirve de experiencia para ampliar esta forma de relacionarse a otras naciones de América del Sur.
«La integración no es un cuento, no es una fantasía, una utopía». Así lo manifestó Luis Maira, Embajador de Chile en Argentina, durante la Clase Magistral «Las relaciones Chile-Argentina: perspectivas de integración Latinoamericana», la cual se llevó a cabo hoy 26 de mayo en la tarde en el Aula Magna UACh (Valdivia), en el marco del seminario binacional chileno argentino «Medios de Comunicación y Relaciones Vecinales: Percepciones y Construcción de Agendas».
A juicio del Embajador, la integración es un proceso real que se ha dado entre Chile y Argentina, y que puede servir de experiencia para ampliar esta forma de relacionarse a otras naciones de América del Sur. «Se puede ser muy amigo de Argentina, muy cercano a la integración y la complementación chileno-argentina, y al mismo tiempo podemos ser muy latinoamericanos y muy partidarios de la integración con otros países de América Latina», aseguró.
Respecto a la relación chileno-argentina, explicó que no sólo se da a nivel diplomático sino que también las 13 regiones de Chile están conectadas con provincias trasandinas, desarrollándose fuertes vinculaciones «paradiplomáticas», es decir, entre actores sub-nacionales.
Igualmente enfatizó el fuerte intercambio comercial y de inversiones, la forma en que se han resueltos los conflictos limítrofes, y la gran amistad y cooperación que se da entre las Fuerzas Armadas de ambos países. Sobre esto último acotó que «desde hace cinco años suprimimos el estado de conflicto», estableciéndose sistemas de comunicación y transparencia que eviten eventuales suspicacias ante la compra de material bélico por parte de alguno de estos países.
Asimismo se refirió a que existen actualmente siete Comités de Integración chileno-argentinos, y a la necesidad de crear corredores bioceánicos que conecten a los océanos Atlántico y Pacífico (donde están los 21 países del APEC).
Pese a mostrar la «buena salud» de estas vinculaciones, advirtió que «entre los países no existen relaciones perfectas», por lo cual lo que importa es la forma en que se resuelven las diferencias.