-Dr. Eduardo Jaramillo, investigador de la Universidad Austral de Chile, ante masiva audiencia, explicó las causas del desastre ambiental del santuario y habló de desafíos futuros.
La comunidad valdiviana sigue atenta a los hechos en torno al desastre ambiental del Santuario del Río Cruces. Así lo demuestra la alta concurrencia, de más de 250 personas, quienes participaron de la conferencia que mostró las Causas de la Muerte de los Cisnes de Cuello Negro y el Estado de Conservación del Santuario Carlos Anwandter, a cargo del Dr. Eduardo Jaramillo, del Instituto de Zoología de la Universidad Austral de Chile (UACh).
La actividad, convocada por el Núcleo Milenio FORECOS de la Universidad Austral de Chile y realizada este miércoles 29 de junio en el Aula Magna de la Universidad, tuvo como objetivo mostrar al público de la ciudad la metodología, resultados y alcances del "»Estudio Sobre el Origen de Mortalidades y Disminución Poblacional de Aves Acuáticas en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, en la Provincia de Valdivia», trabajo encargado por CONAMA a la UACh, para entender la causa del desastre ambiental acaecido con estas aves acuáticas símbolo de la ciudad.
El Dr. Jaramillo, jefe del equipo científico a cargo del estudio, dijo sentirse muy conforme con lo realizado, ya que «fue un trabajo multidisciplinario y colaborativo», que aborda los diferentes aspectos del problema ecosistémico y entrega certezas acerca de la causa de la muerte de las aves acuáticas y de las condiciones generales del santuario.
En su presentación, el académico explicó que poner en práctica el método científico, consiste en plantearse hipótesis y diseñar muestreos y experimentos para aceptar o rechazar esas hipótesis. Así, se plantearon 7 problemas con sus respectivas hipótesis, las que una a una fueron siendo contrastadas con el resultado del análisis de los datos.
«Los cisnes murieron por falta de alimento -dijo el investigador- y esta falta de alimento fue producida por la muerte del luchecillo, principal sustento de los cisnes».
Explicó además que fue una sobre carga de hierro en el cuerpo de agua lo que provocó la desaparición del luchecillo. «Lo que nuestro estudio muestra no es que la planta CELCO esté botando una gran cantidad de hierro al río a través de sus riles, sino que hay un proceso, que se produce inmediatamente después del inicio de sus operaciones industriales, que hace que se precipite el hierro biodisponible en el ambiente y se genere el desequilibrio», lo que ha dado paso a los hechos por todos conocidos.
El investigador manifestó sentirse preocupado por la debilidad de nuestras regulaciones ambientales. «Celco efectivamente cumple con las normas en varios aspectos», pero esto no significa evitar un impacto importante sobre el ambiente, como ocurre con el DS90 que regula las concentraciones y no las cargas. «Si en abril del año 2004, tres meses después que habían iniciado las actividades en la planta, alguien hubiera calculado las cargas, ya se habría dado cuenta que algo malo venía», precisó.
Ante la consulta de cuál era su sentimiento por la reapertura de la Planta, en circunstancias de que el estudio hecho indicaba que CELCO era la principal responsable de la muerte de los cisnes, Jaramillo dijo categórico que «nosotros estamos convencidos que se hizo un trabajo a fondo, que era la mejor gente que pudo haber investigado el tema y que se hicieron los análisis adecuados. En ese sentido estamos tranquilos» , manifestó.
Jaramillo dijo igualmenteque es un desafío pendiente de gran importancia monitorear el estado actual del santuario. «Nosotros realizamos nuestros análisis y mostramos resultados considerando sólo la ocurrencia de muerte de algunas especies (cisnes, taguas y tagüitas, por ejemplo), pero aún falta saber el efecto de este daño ambiental sobre la salud de las especies, saber si están enfermas y cual será el efecto sobre los diferentes eslabones de la cadena trófica, incluyendo al ser humano», recalcó.
Sandor Mulsow, investigador senior de FORECOS y miembro del equipo investigador, quien actuó de moderador, dijo que la principal motivación para llamar a esta reunión ciudadana es que hay dos dimensiones en este problema, «una es la parte científica, que está cubierta por el trabajo presentado hoy, y la otra es una dimensión social. Nosotros nunca hemos hablado de que el santuario tiene una salud social, que hay gente que depende de eso, lo que supone un desafío transdisciplinario que es urgente enfrentar como sociedad», concluyó.
CONTACTO DE PRENSA
Francisco Morey Cañoles
Periodista
Núcleo Milenio FORECOS
Universidad Austral de Chile
CEL: 09 8422083
FONO: (56 63) 293480 – FAX: (56 63) 293418
franciscomorey@uach.cl
www.forecos.net