En Chile y el mundo, uno de los sectores productivos que más contaminación genera en el medioambiente es el de la construcción, estimándose que un tercio del total de los residuos generados proviene de la construcción y demolición.
En ese contexto, cobra gran relevancia el trabajo que desde 2017 realiza la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la Universidad Austral de Chile al exigir a los contratistas el manejo de sus residuos, el cual se consolida en un plan piloto a partir de 2020. De esta forma se responde a la necesidad que existe en el sector de la construcción en cuanto a la implementación de estas iniciativas, tanto a nivel de las instituciones de educación superior como del sector privado.
Para tal efecto, el equipo de la DIDF desarrolló un manual que sistematiza el trabajo de los últimos años en procedimientos que incluyen el manejo de residuos plásticos, madera, metales, vidrios, papeles y cartones, entre otros materiales.
Así, el plan piloto de Manejo de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) se está ejecutando en la obra del Pabellón Docente, que actualmente se construye bajo estándares CES (Certificación de Edificios Sustentables), en el Campus Isla Teja.
Refiriéndose a cómo se ha avanzado en esta materia, Wilson Aravena, Director de Infraestructura y Desarrollo Físico, destacó lo sorprendente de los resultados que se están obteniendo. “Aun cuando estamos en pleno proceso, ya podemos detectar mejoras importantes para nuestra sociedad y para el medioambiente”, señaló.
Registrar y sistematizar los procedimientos ha permitido agrupar los resultados preliminares en indicadores de gestión, los cuales, explicó, establecen relaciones asociadas a la cantidad de residuos que se generan en la obra, ya sea por tiempo, por metro cuadrado teórico construido o por unidad.
En este sentido y comparativamente, de acuerdo con lo que plantea “Construye 2025”, los residuos generados en la construcción alcanzan un valor equivalente de entre 0.128 a 0.86 m3/m2 teórico construido. En este contexto, al hacer una separación de los tipos de materiales, se establece cuánto es lo que se genera por tipo de material.
“Para establecer una magnitud comparable, se establece una ecuación en términos de relación incluyendo las diversas densidades que se transforman según lo que establece la NCh 3.562, por ende, podemos decir que el promedio de los residuos generados en kg/m2 construido es entre 10 y 300 kg/m2 construido”, explicó
En relación a los resultados, señaló: “En base al trabajo realizado es posible señalar que la construcción del Pabellón Docente genera aproximadamente 95 kg/m2 construidos, lo cual es un gran logro al estar reduciendo en un poco más de dos tercios los residuos de lo que se considera normal para la industria”.
Obtener estos resultados preliminares tiene un impacto positivo en la sociedad, en el medioambiente y en las empresas. “Éste es solo un ejemplo de uno de varios indicadores, pero nos hace sentir que somos parte de la solución y que poco a poco las personas se están sumando a la causa y asumiendo su responsabilidad al respecto”, sostuvo Wilson Aravena.
En el marco de las actividades de la Semana del Reciclaje, María Ema Hermosilla, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la UACh, resaltó el trabajo realizado desde la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico. “El enfoque que le está dando esta Dirección y todo su equipo a la gestión de los residuos de construcción es justamente el necesario para dar el gran paso que estamos observando en Chile de trabajar desde el inicio de cualquier proceso con objetivos de reducción de impactos y avanzar hacia el concepto de economía circular”. Más información aquí.
Y agregó que “esto no solamente es instalar un programa de reciclaje, sino también es evaluar concretamente cuales son las mayores pérdidas, y tomar acciones de reducción”.
La Jefa de la UGA hizo referencia al capítulo 5 Recomendaciones Diseño Óptimo – Minimización RCD del manual elaborado por el equipo de la DIDF. Indicó que “es un claro ejemplo de esto y un gran aporte para apoyar a otras instituciones de educación superior o cualquier sector productivo que quiera hacer más sustentable sus procesos de construcción o mejoramiento de infraestructura”.
Exigir a las constructoras que gestionen sus residuos es un tema que recién se está impulsando en el país y que muy pocas empresas constructoras, en su mayoría de Santiago, han adoptado implementando acciones de manejo de residuos de obra en la actualidad.
Publicada en junio de 2019, la Norma Chilena 3562 establece una clasificación para residuos de construcción y demolición (RCD), contempla las consideraciones mínimas para la gestión de RCD no peligrosos que se generan en obras de construcción y demolición y los contenidos de un plan de gestión de RCD.