El 12 de mayo se celebra el Día de la Enfermera y Enfermero, fecha que conmemora el natalicio de Florence Nightingale, figura emblemática en la historia de la enfermería y la atención de salud. Nacida en 1820 en Florencia, Italia, Nightingale se convirtió en pionera en la mejora de las condiciones sanitarias y en el establecimiento de estándares del cuidado en hospitales.
Durante la Guerra de Crimea en la década de 1850, Nightingale ganó reconocimiento por su trabajo en el cuidado de soldados británicos heridos. Se le atribuye haber introducido prácticas de higiene y saneamiento que redujeron significativamente las tasas de mortalidad entre los soldados. Su enfoque en la recolección y análisis de datos estadísticos también ayudó a impulsar reformas en la atención de salud.
Después de la guerra, Nightingale continuó abogando por mejores estándares de cuidado de la salud y fundó la primera escuela de enfermería en el Hospital St. Thomas en Londres. Su influencia se extendió más allá de las fronteras de su país natal, y su legado perdura hasta hoy, introduciendo a la enfermería como una profesión del cuidado.
Esta fecha reconoce e insta a la reflexión acerca de lo que mandata la sociedad en la búsqueda de un profesional de la salud que comprenda y gestione los cuidados al ser humano. En este sentido, conjugar la premisa que las personas son fruto del cuidado en virtud de su humanidad para lograr un bienestar, lleva consigo a la perspectiva de la enfermería como cuidado, la comprensión de la persona como cuidado que “se centra en valorar y celebrar la integridad humana, la persona humana que vive y crece en el cuidado, y el compromiso personal activo con los demás” (Boykin, Schoenhofer, 2001).
La percepción de la persona como cuidado es intencional, la mirada es unificadora para estar con el otro evitando la segmentación en partes como mente, cuerpo y espíritu. A través de esta mirada la persona es un todo biopsicosocial, y con ello resalta la perspectiva de la enfermería como cuidado que considera a la persona como un todo permitiendo un verdadero y genuino encuentro con la persona.
Como disciplina, la enfermería es una forma de conocer, ser, valorar y vivir en el mundo. Se considera una unidad de conocimientos dentro de una unidad mayor. La disciplina de la enfermería atiende al descubrimiento, creación, desarrollo y esmero ante el conocimiento necesario para la práctica de los cuidados. La profesión de enfermería atiende a la aplicación de este conocimiento en respuesta a las necesidades humanas. Desde el punto de vista de la enfermería como cuidado, la disciplina y la práctica están guiadas por la afirmación central: “La enfermería consiste en atender a las personas que viven el cuidado y crecen en el cuidado”. Como ciencia humana, describir la enfermería significa conocer las esferas personal, empírica, ética y estética en su conjunto (Carper, 1978). Estos patrones de conocimiento proporcionan el contexto organizado para formular preguntas epistemológicas del cuidado dentro de la enfermería.
Para Boykin y Schoenhofer (2020), el cuidado en enfermería es “una expresión altruista y activa en el amor, y es el reconocimiento intencional instalado en el valor, conexión y compasión por los demás, para comprender la verdad de una manera más profunda”. Aunque el cuidado no es solo para la enfermería, se vive expresamente en la enfermería.
Desde la formación en la academia el desafío de la educación superior es crear un ambiente que pueda sostener y nutrir la vivencia del cuidado y la espiritualidad (Boykin, Parker, 1997; Charbonneau-Dahlen, 2018). El autodescubrimiento a través de una búsqueda continua de la verdad prepara a los estudiantes para comprender mejor su realidad, así como la realidad de los demás para desarrollar un sentido de identificación, identidad y vinculo. Esto es permitirse transitar para definirse en un profesional en formación que busca el bienestar y calidad de vida de las personas, familia y comunidad.
El Día de la Enfermería es una ocasión para destacar y expresar nuestra sincera admiración por la dedicación y compromiso con el que estos profesionales se desempeñan en distintos ámbitos y sectores de la sociedad. Debemos recordar siempre que detrás de cada enfermera y enfermero hay una persona que trabaja incansablemente para cuidar y mejorar la vida de los demás.