«Vigilancia epidemiológica: herramienta fundamental de la salud pública» fue el seminario realizado recientemente en la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, expuesto por Daniela Guiñez, Tecnólogo Médico, diplomada en Salud Pública, Encargada de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles y Registro Poblacional de Cáncer Provincia de Concepción, Unidad de Epidemiología, y Profesional Asesor del Programa de Cáncer en el Departamento de Salud Pública de la SEREMI de Salud Región del Biobío.
Luego de las palabras de inicio del Profesor Auxiliar de Políticas y Sistemas de Salud y Director (D) del Instituto de Salud Pública UACh, Prof. Claudio Méndez, quien agradeció a la expositora su participación y destacó la importancia de la salud pública como lenguaje común de los profesionales del área; Daniela Guiñez realizó una presentación con enfoque práctico desde su experiencia en la SEREMI, en las funciones de:
* Promoción de la salud.
* Prevención y control de enfermedades poblacionales.
* Vigilancia de estrategias y programas.
* Fiscalización.
* Evaluar cumplimiento metas Atención Primaria en Salud (APS).
* COMPIN.
Vigilancia justificada
La experta mencionó la importancia que cada vez cobran las enfermedades no transmisibles al causar un gran número de muertes en nuestro país, razón que justifica su vigilancia, siendo las principales causas las del sistema circulatorio y cáncer (según estadísticas del año 2012). Además, comentó diferencias del proceso de vigilancia de enfermedades transmisibles y no transmisibles, “ya que en el caso de las enfermedades no transmisibles nosotros en la SEREMI debemos ir a buscar los casos, en cambio en las transmisibles llega la notificación”, afirmó.
También trató sobre el enfoque epidemiológico y cómo se realiza la confirmación de los casos. El ejemplo para las enfermedades transmisibles fue la pandemia de la Influenza H1N1 del 2009, donde se iniciaba el proceso con un “caso sospechoso” como una persona que consulta por enfermedad respiratoria tipo Influenza (ETI): Fiebre 38,5° y tos; asociado a mialgia, odinofagia o cefalea, o una persona hospitalizada por IRA grave o neumonía sin agente etiológico conocido. Para pasar de un “caso sospechoso” a un “caso confirmado” el “sospechoso” debe ser positivo para H1N1 con PCR en tiempo real (RT-PCR).
En el caso de las enfermedades no transmisibles mencionó como ejemplo el cáncer, en el que un “caso sospechoso” podría ser una persona que consulta por pérdida de peso (10 Kg en el último mes), dolor epigástrico, reflujo constante. Se le realiza eco abdominal que muestra una masa a nivel de cuerpo del estómago. Un “caso confirmado” es cuando el “caso sospechoso” es positivo para Biopsia (EDA).
Trabajo interdisciplinario
Daniela Guiñez también destacó la importancia del trabajo interdisciplinario en las SEREMIs, que reúne a equipos de enfermeras, matronas, médicos, tecnólogos médicos, odontólogos, kinesiólogos, especialistas en bioestadística y georeferenciación, entre otros profesionales. Además enfatizó en la importancia de la investigación como herramienta de información útil y necesaria para tomar decisiones en beneficio de la salud de las personas.
Debido a que la mayoría de los asistentes al seminario fueron estudiantes del quinto semestre de la carrera de Tecnología Médica, la especialista finalizó hablando desde su experiencia sobre la perspectiva de crecimiento profesional del tecnólogo médico en el área de salud pública, mencionando que lo que más la motiva en este trabajo es “la posibilidad de llegar directamente a las personas e impactar positivamente en su calidad de vida”.
Posteriormente la expositora respondió a preguntas de los asistentes que trataban sobre las complejidades prácticas que puede llevar el trabajo en la SEREMI cuando existe presión de la prensa o autoridades, o sobre el canal endémico de una enfermedad, entre otras consultas.
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