Revitalizar un antiguo vínculo entre la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile y el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar fue el principal objetivo de una visita a esta ciudad del centro de Chile realizada por los académicos de la casa de estudios Dres. Carlos LeQuesne (Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales) y Mauricio González Chang (Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias).
La oportunidad de recorrer el jardín botánico, observar el exitoso crecimiento de árboles donados años atrás desde el sur del país y traer numerosas especies que pasarán a formar parte del predio de la UACh y de su bosque comestible fue una experiencia muy provechosa para los docentes de Valdivia.
Así lo explicó Carlos LeQuesne, del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio, quien ve en esta colaboración un trabajo que aporta a la mitigación del cambio climático, mejora la calidad del suelo, conserva la biodiversidad y finalmente crea una ciudad más resiliente. “Esto se combina con los fines de divulgación, docencia y recreación que caracterizan un sitio como el Arboretum, donde poseemos una hermosa colección de plantas, muchas de ellas amenazadas”, indicó.
El docente destacó que el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar posee una “enorme tradición y colecciones significativas de nuestro país y que además ha colaborado con nosotros a través del Arboretum, trayendo en varias ocasiones especies amenazadas del norte, muchas del archipiélago de Juan Fernández y que hoy están convertidas en grandes árboles”.
Este intercambio de material genético se fortaleció en esta visita ya que la UACh hizo entrega de plantas, como notros, arrayanes, híbridos de huella, etc. Y, por otro lado, el jardín aportó con un significativo material que pasará a formar parte de la colección del bosque esclerófilo del Arboretum y del bosque comestible. Entre ellas se encuentran palmas originarias de la zona, mirtáceas, chequén del norte, molle, espinos y otras poco conocidas que tienen un valor medicinal.
Agregó que “otras especies son el corcolén y Azara celastrina que son de nuestro interés por ser especies melíferas y que nos permitirán atraer polinizadores al bosque comestible y darle mayor productividad”.
El Dr. LeQuesne afirmó que para la UACh es muy importante reactivar la colaboración, compartir experiencias y aprender del Jardín Botánico de Viña del Mar, ya que juega un rol preponderante en la divulgación y recreación de las personas.
Alejandro Peirano, Director del Jardín Botánico de Viña del Mar, explicó que entre sus cuatro metas -educación, investigación, recreación y conservación- hoy tiene especial relevancia la última. “Estos ecosistemas mantendrán la biodiversidad del país, estamos llamados a que la natura se mantenga por lo menos en los jardines botánicos. En el ámbito de las colecciones, agradezco el trabajo del Prof. Carlos LeQuesne trayendo plantas del sur. Tenemos un rincón llamado bosque valdiviano, un lugar muy apreciado y visitado por la comunidad. Logramos generar un ambiente propicio y un bosquete nativo de esa zona, donde la gente se siente inmersa en un espacio muy parecido a lo que tienen en Valdivia”, explicó.
Por su parte, el Dr. Mauricio González Chang, ingeniero agrónomo y académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la UACh, manifestó que “para mí es muy gratificante ser parte de esta red de intercambio de plantas, porque promueve la conservación de la biodiversidad ex situ en zonas donde no necesariamente éstas existen. Sin embargo, se pueden adaptar perfectamente a las condiciones locales”.
El experto en agroecología valoró el trabajo con el Prof. LeQuesne y con los profesionales del Jardín Botánico de Viña del Mar: “Estoy muy contento de tener la oportunidad de compartir con gente que tiene mucha experiencia en el tema de plantas nativas, lo que me ayuda a entender la interacción entre estas plantas nativas y su entorno para promover aspectos de polinización y control biológico en sistemas agrícolas”.
“Lo anterior porque existe muy poca información sobre plantas nativas y su interacción con el suelo, así como en las dinámicas tróficas que puedan promover. También es interesante acercar estas alternativas a la comunidad, para que vean que es posible unir aspectos productivos con la conservación, en el contexto de cambio climático, de la sustentabilidad y en soluciones basadas en la naturaleza. Todo ello pensado en un futuro, tomando en cuenta el crecimiento de estas plantas, lo que nos permite cambiar hacia una visión de largo plazo”, recalcó el Dr. González
Los académicos también agradecieron a CONAF por su apoyo y donación de plantas.