Esteban Muñoz, es un joven valdiviano de 25 años que desde su infancia sentía pasión por la Ópera, disfrutaba mirando videos y se imaginaba en los mejores escenarios interpretando alguna obra maestra. Estos sueños se hicieron realidad y a la edad de los ocho años se subió al escenario del Teatro Municipal de Santiago e interpretó el papel del niño mimo en el Oratorio escénico 1850.
Desde aquel instante supo que su vida estaría enfocada a la música, durante sus años de estudios en la enseñanza media ingresó al Coro de la Universidad Austral de Chile donde fortaleció aún más sus técnicas de canto e interpretación, generando fuertes lazos de amistad durante su paso por la agrupación artística. Ya en 2007 comenzó a proyectar su futuro y estudios en Europa, tras la realización de un intercambio académico a Alemania.
Su amor y dedicación por la Ópera fue forjando su carrera profesional y lo llevó a trabajar en diversos lugares de gran importancia como el Teatro Municipal de Santiago, donde se desempeño como maestro interno, encargado de coordinación de artistas y técnico de óperas. A su vez, desempeñó funciones como Saats Oper en el Teatro Nacional de Munich, uno de los más importantes de Alemania, que realiza 6 grandes óperas anuales y otras 40 en forma rotativa.
Durante su estadía en el extranjero estudió en la LMU Ludwig – Maximilians – Universitat la carrera de licenciatura en ciencias teatrales, orientada a la praxis teatral, dramaturgia, dirección, historiografía e investigación, de la cual se tituló en julio del presente año.
Actualmente comenzará un magíster en dramaturgia en la Academia de Teatro de Baviera de Munich, que está enfocado en formar regisseurs, artistas encargados de fundamentar las puestas en escena. Cabe destacar que en el proceso de postulación son seleccionados sólo seis de doscientas personas.
En materia musical se encuentra preparando el estreno mundial de la ópera Babylon de Jörg Widmann, como asistente del director Carlus Padrissa y la nueva producción de Boris Godunow de M. Mussorgsky dirigida por Calixto Bieito, director español mundialmente conocido y catalogado como uno de los artistas más importantes en el año 2007 por la revista alemana de ópera Opernwelt.
“Cantar en el Coro de la UACh me abrió las puertas para proyectar mi carrera”
¿Cómo se forjó tu vocación y cuán importante fue la experiencia en el Coro UACh?
Desde muy chico me gustó mucho la opera, tenía videos en mi casa que me gustaba mirarlos y me imaginaba en un escenario, hasta que a los ocho años estuve en el escenario del Teatro Municipal donde hicimos el Oratorio escénico 1850 y me tocó hacer el papel del niño mimo, fue la primera vez que estuve en un escenario grande. Después empecé a cantar en el Coro en los conciertos en Papageno, lo que me abrió una puerta para poder conocer a gente como Cristian Boesch, quién me invitó a ser su practicante en la Ópera que estaba haciendo en Santiago que era “El Murciélago de Strauss” y esto no hubiera sido posible sin la participación en el Coro.
¿Cuáles han sido los momentos más difíciles y los más reconfortantes en tu carrera?
Lo más difícil es irse de Valdivia, porque aquí viví mi infancia y mi relación con el Coro es muy estrecha, por los lazos de amistad que se generan e irme de frentón fue fuerte ya que tuve que aprender a vivir en condiciones que no son las mismas de acá. A pesar de ello, me siento contento ya que mi experiencia la han valorado y me cuesta creer que estoy trabajando en el Teatro de la Ópera de Munich con los mejores cantantes, ha sido muy reconfortante.
¿Qué desafíos y oportunidades te presenta el integrarte a esta importante y prestigiosa academia?
Es reconfortante que a uno lo reconozcan pero a la vez es un stress, una tensión constante ya que tienes que hacer las cosas bien porque hay miles de personas que quieren entrar, en Munich hay mucha presión, es un ambiente muy grato para trabajar pero existe una carrera en contra del reloj, pero se recompensa cuando vez tu trabajo en una premier o estreno.
¿Cuál es tu opinión respecto al estado de este arte en Chile?
Yo estoy sorprendido de la cantidad de obras que se están realizando últimamente, ya no es sólo el Teatro Municipal el que hace seis óperas al año sino lo que han hecho Teatros como el de Talca, Temuco, Concepción, lo que demuestra un impulso que se le está dando a la ópera, a pesar de ser un arte complicado se está armando un nicho e incentiva a que la gente se interese. No obstante, yo encuentro que falta trabajo en la puesta en escena porque Chile es un país de cantantes innatos, mejores que algunos cantantes en Europa, pero se nota la ausencia de dramaturgos, directores con nuevas puestas en escena que acerquen la ópera al público actual.