La estudiante de quinto año de Arquitectura UACh Paulina Soto se encuentra realizando una pasantía en la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP), entre los meses de agosto a diciembre del presente año, gracias a la obtención de la Beca Alianza del Pacífico, que se entrega en conjunto entre Perú, México y Colombia.
La obtuvieron cuatro estudiantes chilenos, después de cumplir con los requisitos de cursar cuatro ramos, de los cuales la estudiante convalidó dos. Actualmente se encuentra realizando la práctica profesional en el archivo de arquitectura de la Facultad, donde dentro de sus funciones realiza un inventario de recursos, tales como planos, fotografías y documentos, para posteriormente digitalizarlos para la base de datos y así tener un registro que permita dar cuerpo a las publicaciones que saca la línea editorial de la macrounidad.
Además de esto, la estudiante inscribió un optativo llamado “Arquitectura y Participación”, donde los profesores llevan a los alumnos a lugares en los que viven personas de escasos recursos y se aplica lo denominado por ellos como «urbanismo ciudadano», haciendo un trabajo de co-creación que va en beneficio de ellos y que tiene como eje central la participación ciudadana.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentas en esta experiencia de pasantía?
«Como estudiante UACh me intimidaba un poco el choque cultural y la exigencia de esta Universidad porque es una de las más prestigiosas de este país, de no tener los conocimientos suficientes, pero la verdad esa preocupación se ha ido con el tiempo. He entendido que la arquitectura, si bien se enseña de maneras diferentes, la esencia es la misma; las bases de hacer arquitectura comienzan siempre por las personas y sus necesidades. Los conocimientos con los que venía han sido más que suficientes y todo lo que he ido aprendiendo va siendo un aporte y complemento. Los profesores tienen toda la voluntad de enseñar».
¿Cuáles son para ti los principales beneficios de realizar pasantías?
«Yo les diría a otras y otros estudiantes que si tienen la oportunidad lo hagan sin dudar. Es una experiencia realmente gratificante no sólo para uno como estudiante sino como persona. Salir de la zona de confort siempre va a ser algo importante, conoces personas nuevas, amigos, culturas y creces de alguna manera».
«En el caso particular de la Arquitectura, yo diría que es muy significativo en tu formación como profesional. Yo acá estoy maravillada de estudiar en un país con tanta cultura, tanto patrimonio, con sólo tomar una micro tengo la posibilidad de ver edificios coloniales, y de vivir y respirar historia que es un área de mi interés».